12 octubre 2010

Agricultoras por despiste

Los campos manchegos pueden parecen estepas de puro llanos y desolados, una monotonía de viña, cereal y olivo sólo interrumpida por algunas manchas de matorral como la que nos ocupa en este blog. La semejanza con estepas se debe en gran medida a siglos de tala, pastoreo y quema de encinar, lo que ha forjado el nombre de estepas antrópicas para estos territorios. Pero el parecido se extiende más allá del aspecto, hacia la pequeña fauna que los habita, en la que predominan saltamontes y hormigas como en las verdaderas estepas asiáticas, como en las sabanas y praderas. En concreto las hormigas esteparias suelen ser comedoras de semillas, a diferencia de sus parientes de bosque, de gustos no tan especializados. Sobre nuestras hormigas granívoras ya hemos hablado por aquí alguna vez; son las Messor, uno de cuyos hormigueros encabeza esta entrada. La foto muestra una suerte de terraza de tierra suelta, extraída por las hormigas del subsuelo, una tierra rica en minerales en la que muchas hierbas encuentran más fácil germinar y crecer que en la tierra yerma justo al lado. Por eso, en estos días de lluvia, no es extraño dar con estas imágenes en el monte, pequeñas manchas de hierba nacida en torno a los hormigueros como islas de verdor ralo esparcidas por el suelo pardusco. Me hacen pensar que las hormigas, sin querer, inventaron la agricultura mucho antes de que apareciera el ser humano. Porque, aunque comen semillas, aunque pueden destruir una cantidad enorme de futuras plantas, también se les caen algunas por el camino, y sin darse cuenta las expulsan del hormiguero junto con los desperdicios. De este modo, algunas semillas escapan de las mandíbulas de las grandes obreras cabezonas y de paso caen a la tierra mullida y abonada que circunda el hormiguero. Con semejante sustrato, una semilla tiene buenas bazas para crecer alta y dar a su vez muchas semillas, en la misma puerta de la casa de sus cosechadoras, estableciendo así con ellas una extraña relación de mutuo beneficio. Con esta verdadera agricultura involuntaria, a través de sus "terrazas" las Messor llegan a modificar la estructura de especies del pasto, favoreciendo a las plantas que las mantienen. Y sus minúsculos jardines brotan ahora, fruto de los errores de las hormigas al dejarse semillas fuera, pero, desde luego, pocos despistes resultan más productivos para quien los comete. De hecho, si las Messor fueran tan inteligentes y cuidadosas como para no perder ni una sola semilla, seguramente comerían peor, perdiéndose esas semillas bien crecidas en su misma puerta. ¿Quien dijo que en la evolución la inteligencia es siempre una ventaja?

Más sobre la fauna de las estepas en un clásico de la ecología: Animal geography (Hesse, 1943), descargable desde Biodiversity Heritage.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Podría la evolución haber favorecido a aquellas hormigas con más despistes? Quiero decir, ¿hasta que punto estos 'extravíos' de semillas forman parte del comportamiento prefijado de estas hormigas?

También he visto que algunas hormigas cuando llueve sacan sus semillas y las extienden alrededor de la boca del hormiguero para que se sequen, supongo que para evitar que se estropeen o germinen ¿podría estar relacionado con lo que cuentas de estos 'jardines'?

Interesante entrada.

El Naturalista dijo...

Podría, macroinstantes, si el disponer de las semillas que aportan las "terrazas" del hormiguero incrementa la cantidad o la calidad de las hormigas reproductoras aladas que produce. No sé si es el caso, además de que sería muy difícil demostrar que el despiste es una adaptación evolutiva en este caso. Habría que ver si las hormigas granívoras que no cultivan tienen peor eficacia reproductora que las que sí cultivan... Se podría intentar verlo experimentalmente, eliminando uno mismo las "terrazas" de algunos hormigueros y mirando qué pasa con sus hormigas aladas más tarde. ¡Mucho trabajo sería!

Sobre los montones de semillas, el sacarlas para que se sequen sin duda es una ocasión muy propicia para estos despistes, así que seguramente está relacionado con los "jardines".

Saludos, naturalista.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

¿Y si no fuera un despiste? ¿Y si dejaran fuera las semillas que consideran menos apetecibles, por su tamaño u otras cualidades? Quizá entonces se tratara de una agricultura accidental y un tanto nefasta.
Pero sólo es "un suponer".
¿Qué opinas?

(Saludos, por supesto)

El Naturalista dijo...

Interesante la idea, Fcº Javier, y quizá sea correcta. En el primer trabajo que enlazo en el post comentan que simplemente es despiste ese abandono de semillas, pero desde luego también cabe la opción de descartarlas en la misma puerta del hormiguero. Pero hay dos motivos por el que no lo creo muy probable: que una hormiga no se tomaría el trabajo de transportar una semilla realmente defectuosa hasta la misma puerta del hormiguero, y que algunos trabajos demuestran (y es fácil verlo en el campo) que las plantas de la entrada del hormiguero son inusualmente altas y productivas, lo cual no cuadra bien con que procedan de semillas defectuosas. Opino, vamos; un saludo.

Jesús Dorda dijo...

Por un momento he pensado lo mismo que Barbadillo, pero no cuadra mucho que tiren semillas tan sanas como para que produzcan buenas plantas.
El paso por el hormiguero posiblemente les de a las plantas alguna especie de "desinfección" como ocurre con la piel de las abejas. Quizás eso haga que estén más sanas.
De chaval tuve un hormiguero de escayola con Messor y los pocos días de morir las hormigas germinaron las semillas que tenían dentro, pero mientras las hormigas vivían ninguna lo hizo. Evidentemente también tienen sustancias inhibidoras de la germinación.

El Naturalista dijo...

Alucinantes esas observaciones, Jesús. ¿Germinaron todas, o sólo algunas? Lo digo porque me parece que para evitar que germinen les cortan la radícula al menos a algunas semillas. Pero voy a mirar a ver si efectivamente las Messor inhiben la germinación, sería ya un colmo (más) de la coevolución planta-animal. De todos modos, el que las hormigas desinfecten las semillas creo que puede ser hasta perjudicial, porque si les quitan esporas de hongos, por ejemplo, a las semillas les costará más establecer micorrizas al echar la raíz. Vamos, que las hormigas podrían perjudicarlas más que beneficiarlas. Aunque, como la terraza del hormiguero está repleta de restos, seguro que no les afecta demasiado. Saludos, naturalista.

Jesús Dorda dijo...

No recuerdo si fueron todas, pero sí la mayoría, no eran muchas. De todas maneras no era una colonia plenamente establecida, tomé una hembra, que murió al poco y menos de 50 obreras que aguantaron un par de semanas más, pero habían llevado las semillas (comida de pájaros) a una de las cámaras del hormiguero.

El Naturalista dijo...

Quién sabe qué pudo ocurrir ahí... Si alguien tiene un hormiguero de Messor y lee esto, igual puede sacarnos de dudas...

de Arte joven dijo...

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