01 febrero 2010

Cambios entre la escarcha

Después de los temporales llegaron las noches heladas de la escarcha, pero las suceden los luminosos días de un Sol que logra, a ratos, alejar el frío. Bajo esta luz limpia, si observamos atentamente, encontraremos que hay algunos cambios muy significativos entre los habitantes de nuestro ecosistema. Por ejemplo, tras algunas semanas apenas sin aves, de nuevo cruzan estorninos, pinzones y pardillos, revoloteando de mata en mata en su viaje de regreso hacia el Norte, seguramente hacia Francia, o Alemania, desde donde bajaron hace unos meses. Algunos verdecillos y cogujadas cantan a ratos desde las encinas lavadas por la lluvia. En las ramas de encina, pequeñas orugas engordan día tras día protegidas por la cutícula translúcida de una hoja. Y a ras de suelo, los asfódelos, o gamones (Asphodelus ramosus, ver imagen), brotan con sus hojas carnosas levantando la tierra a su alrededor. Bajo las rocas, las crías de las tijeretas han crecido, protegidas por su madre, y diminutos colémbolos han nacido a centenares, saltando ahora como minúsculas motas blanquecinas sobre el barro. El año pasado todo esto sucedió unas semanas más tarde, quizá a causa de un invierno durísimo en el que prácticamente heló cada noche de noviembre a febrero. Con estos indicios, el ecosistema nos dice que, aunque todo parezca seguir más o menos igual, algo ha cambiado, y la vida se prepara a ojos vista para brindarnos el efímero esplendor de la primavera mediterránea.

18 comentarios:

Ángel Zamora dijo...

Efectivamente compañero, muchas cosas son las que empiezan a moverse anunciando ya la primavera que este año se prevé mágica. Esperemos que las siguientes también lo sean...

Saludos naturalistas

El Naturalista dijo...

Sí, Anzaga, ya se barrunta algo, pero aún no tenemos en flor al primer "heraldo", al que estrena la primavera biológica... supongo será la siguiente entrada, porque está a punto ya. ¡Saludos!

Pilar dijo...

los almendros están a punto... casi todos los años florecen en enero, pero hoy por hoy andan atentos a esos rayos de "solecito" que por fín calienten¡¡
la primavera está esperando... ahí, a punto...
saludos¡¡

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

¡Cuidadín con la falsa primavera! en la zona centro febrero inicia un prólogo (almendros floridos) que suele interrumpirse súbitamente con zarpazos invernales. Menos mal que muchas especies están preparadas para estas adversidades mediterráneas.

Saludos naturalistas.

Carmen Montoro dijo...

Hace unos días, el viernes 29, pude constatar el cuajado de las primeras flores de almendro, en Castellar, (Comarca del Condado) a 760 metros, y en una cañada orientación Sur. Lo cuento, el experimento, en unsitiodiferente.es con fotos del evento, para mi síntoma de proximidad de la primavera.

Pásate si te apetece. Un abrazo naturalista!

El Naturalista dijo...

Los almendros, Pilar, aún no florecen por aquí, suelen hacerse esperar un poco porque estamos a más de 800 m. Los "heraldos" a los que me refería eran otros, mucho más pequeños... Saludos desde La Mancha.

El Naturalista dijo...

Y tanto, Fcº Javier; en marzo... ¡"no mayea"! Aun así, creo que igual la clave es la temperatura promedio durante años y años: en tanto que no haya riesgo severo de heladas, a las plantas les da por florecer y a los insectos por salir de sus crisálidas. Ahora sí, eso no quita para que, efectivamente, esta primavera biológica que se avecina se entrecorte la mitad de las veces. Saludos, naturalista.

El Naturalista dijo...

Vaya, Carmen, mucha altitud para flores tan tempranas, ¿será algo relacionado con el microclima o la orientación Sur? Gracias por tu invitación, y un saludo.

Raúl M. Olmos dijo...

De momento todo parece que va por el buen camino para ser una primavera esplendorosa, al menos, más viva que la del pasado año. Esperemos como bien dice Javier que no se vea truncada por una nueva ola de frío, aunque todavía quedan febrero y marzo que por Castilla no suelen ser especialmente suaves, al menos el primero...
Saludos compañero

El Naturalista dijo...

Eso espero, Ramuol, que esta primavera sea de las que hacen historia, aunque con tanto temporal igual hay especies que se han resentido por un exceso de humedad... Además, como decís, queda aún mucha incertidumbre para febrero y marzo. En el mediterráneo nunca se sabe... Saludos, naturalista.

Jesús Dorda dijo...

Me fijaré en la fecha en la que aquí los gamones tengan ese aspecto, que aún les queda, así comparamos fenologías de tu área y la mía.
Aquí incluso una toponimia es El Gamonal.

El Naturalista dijo...

Pues sí, Jesús, a ver si comparamos, puede ser interesante ahora que el campo va a ir cambiando de aspecto cada pocas semanas. Por aquí los gamones también abundan mucho, creo que en parte por el suelo pedregoso y en parte por el pastoreo intenso, ya que las ovejas suelen evitar comer gamones (y retamas). Los ratones sí que roen los rizomas del gamón, y con eso podrían controlar su abundancia si el suelo les permitiera cavar bien hasta ellos, pero no es el caso...

Anónimo dijo...

Hola, pues precisamente vivo en Múnich, Alemania, y esta misma semana me he fijado en que tenemos de nuevo pinzones por la zona. También he visto camachuelos, pero no tengo muy claro si no han estado aquí todo el invierno.

Con tanta nieve por estos lares, me fijo muchísimo en cualquier senhal que advierta de la llegada de la primavera. Suele explotar a mediados de abril. Pero ya desde hace un mes se pueden ver ya las nuevas yemas en sauces y chopos, por ejemplo. Aunque aún perdure la nieve mucho más, todo va cambiando, como bien apuntas. Con esta idea en mente los inviernos se hacen menos duros. Así que manhiana mismo a disfrutar del presente para no dejar el invierno pasar sin haberlo saboreado. Que aún no he hecho mi munheco de nieve.

Un saludo, felicidades por el blog.

El Naturalista dijo...

Bienvenido desde Alemania; interesante el que, una semana después de constatar aquí el viaje hacia el Norte de los pinzones, vuelvas a encontrarte con ellos allí, en un entorno tan boreal como el que describes. Sí, los inviernos se hacen más llevaderos para un naturalista cuando uno va constatando los pequeños avances que hace la vida hacia la primavera, pero... me planteo entonces si en el mediterráneo el invierno realmente es un parón biológico o más bien una progresión hacia la primavera más o menos lenta pero virtualmente sin pausas... Un poco filosófico, ¿no? Saludos, naturalista.

Jesús Dorda dijo...

En efecto, aquí los gamones crecen especialmente en los pastos más explotados por la ganadería, aunque aquí son vacas.
Supongo que quien los mantiene a raya aquí son los topillos, que no es que sean muy abundantes, pero los hay.

El Naturalista dijo...

El impacto de los herbívoros en la vegetación es otro de los temas fascinantes en ecosistemas terrestres. Ya pondré cómo nuestro conejo, al comer hierba, dispara la biodiversidad. Pero claro, un exceso de herbivoría deja sólo a las hierbas menos apetecibles... ¡como los gamones!

natalia_paperblog dijo...

Quisiera disculparme, pero no he encontrado otra manera de contactarte que a través de los comentarios.

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Atentamente,
Natalia

El Naturalista dijo...

Muchas gracias por la invitación, Natalia; miraré con más detalle vuestro servicio de difusión, puede ser interesante. Un saludo.