06 noviembre 2010

Gelatina medicinal consume terciopelo violeta

El título de esta entrada no está sacado de ninguna oscura obra surrealista, sino que, por extraño que parezca, se ciñe a la realidad, a una de esas historias increíbles de nuestro monte mediterráneo. Este es el hongo Tremella mesenterica creciendo sobre el tocón de un romero. Más concretamente, lo que vemos aquí equivale a una seta, el cuerpo fructífero con que el hongo fabrica sus esporas. Antes de producir esta gelatina anaranjada, llamada en inglés mantequilla de brujas, el hongo consiste en levaduras, células microscópicas que se desarrollan como un parásito "vampiro", absorbiendo nutrientes directamente de las células de otros hongos de la madera, hongos como el moho violeta llamado Peniophora quercina (pinchad para verlo), común en las ramas muertas de las encinas en esta época del año.

Las levaduras de Tremella que consumen este terciopelo violeta pueden ser de dos sexos distintos, pero sería muy extraño llamarlos macho y hembra, ya que son sólo células. Ambos sexos se atraen mediante sustancias químicas y al unirse dan lugar a una célula-huevo que crece hasta formar esta gelatina dorada. Hace poco se ha descubierto que tiene propiedades anticancerígenas: cuando esta extraña masa se macera en alcohol, el extracto resultante provoca la muerte de las células malignas de ciertos tipos de cáncer de pulmón. ¿Qué otras sorpresas medicinales nos aguardarán entre toda esta biodiversidad ignorada del monte mediterráneo? Y pensar que para muchos todo lo que no sea caza o cultivos debe ser eliminado de la naturaleza...

Basado en estas fuentes:
Chen et al. (2008) Induction of apoptosis in human lung carcinoma A549 epithelial cells with an ethanol extract of Tremella mesenterica. Bioscience 72:1283-1289.
Sakagami et al. (1981) Peptidal sex hormones inducing conjugation tube formation in compatible mating-type cells of Tremella mesenterica. Science 212:1525-1527.

Más sobre el mundo fascinante de los hongos en la guía de Marcel Bon (2005) Hongos de España y de Europa (Omega).

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante descripción de esas pequeñas joyas de la naturaleza que tenemos tan a mano. Gracias por esta mirada diferente y a la vez tan cercana.

El Naturalista dijo...

Es que la biodiversidad es un patrimonio enorme, y estas grandes sorpresas que nos pueden dar los seres más pequeños nos demuestran que ese patrimonio aún está en gran parte por descubrir. Un saludo.

Jesús Dorda dijo...

Los ciclos biológicos de los hongos (y también de las algas) me sorprendieron muchísimo cuando estudié botánica en la carrera. Siempre he pensado como expresar eso en el blog y tú lo has hecho de una magnífica manera. Verdaderamente es un universo aparte que enriquece nuestra biodiversidad.

El Naturalista dijo...

Estamos tan acostumbrados a pensar en los animales vertebrados y las plantas con flores que a veces olvidamos que sus ciclos vitales son sólo dos más de entre una tremenda gama de extrañas posibilidades, como es el caso de este hongo. Desde luego, cuando uno escribe una entrada de este tipo termina con la sensación de haber escrito sobre la biodiversidad de algún otro mundo, muy distinto a lo que la mayoría de la gente llama "naturaleza". Saludos, naturalista.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Un descubrimiento más para poner en evidencia lo poco que conocemos del plantea que habitamos y desocupamos de especies.
Otra entrada apasionante al misterio en que nos movemos.
Saludos Naturalista.

El Naturalista dijo...

Y tanto, porque este hongo además es de los que los aficionados a las setas suelen conocer y sin embargo aún nos revela propiedades desconocidas contra el cáncer. El mundo de los hongos y demás seres minúsculos quizá sea el que más sorpresas nos puede deparar de esta clase. Saludos.