07 abril 2010

Elaiosoma

Salvo excepciones, nosotros, los animales, podemos movernos; podemos huir de donde no queramos estar y buscar mejores sitios. En cambio, las plantas, una vez arraigadas, jamás abandonarán su puesto: deben afrontar todo lo que venga o morir. Su única opción de viajar es cuando aún son semillas, pequeños embriones rodeados de alimento, juguetes del viento, del agua, de los animales, y sobre todo de la ciega injusticia del azar.

De entre los animales, en nuestro ecosistema ninguno ayuda tanto a las plantas a viajar como las hormigas. Ejércitos de hormigas patrullan incesantes cada brizna de hierba, cada palmo de suelo, durante la primavera mediterránea, y en su deambular comen ingentes cantidades de huevos de insecto y se llevan en las mandíbulas las semillas que más les gustan. Suelen gustarles las que tienen un apéndice graso nutritivo: un elaiosoma. Para ellas es comida, pero para la semilla representa el pasaporte a la tierra mullida y abonada que rodea al hormiguero, ya que es allí, en la misma entrada, adonde las hormigas pueden llevarla para dejarla abandonada tras dar buena cuenta del bocado oleoso del elaiosoma.

Así, gracias a los elaiosomas, las semillas no sólo pueden viajar sino que alcanzan una tierra muy favorable para su crecimiento. Con tamaña ventaja, no es raro que los elaiosomas hayan surgido independientemente en varios linajes de plantas de la flora mundial. Volviendo a nuestra Región Mediterránea y al mes de abril, seguramente habría que agradecer a las hormigas la imagen de muchas de las trompetas rosas que ahora abre junto a los caminos una de nuestras labiadas más tempranas, la ortiga muerta Lamium amplexicaule. Mientras avanza la primavera, nuevos elaiosomas crecen sobre las incipientes semillas de esta especie, como demostrando una inteligencia que ni existe en las plantas ni es necesaria para que la evolución produzca adaptaciones que podrían parecernos, eso sí, inteligentes.

7 comentarios:

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Una planta que se favorece ofreciendo un buen bocado a las hormigas (en la semilla)...y a las abejas (en la flor).

Saludos, Naturalista.

JAVIER dijo...

No te acostarás sin saber una cosa más... elaiosoma!
Por cierto, por mi zona se le denomina vulgarmente "conejitos".
Saludos naturalistas
(calceolusycentaureas.blogspot.com)

El Naturalista dijo...

Fcº Javier, da qué pensar lo que comentas, porque esta planta, como muchas otras, depende mucho de los animales. En realidad, a la hora de mover sus semillas o su polen, las plantas no serían lo que son no fuera porque han convencido a pequeños emisarios pagándoles por un servicio de transporte.

Javier, ¿conejitos? ¡Qué bueno! Vistas de frente estas flores, sí, hasta parece que tienen las orejas.

Raúl M. Olmos dijo...

Pues si es inteligente esa estrategia, no se si podríamos tildarlo de "simbiosis" como tal, pero en este caso ambas (hormigas y plantas) se ven netamente beneficiadas...
Jamás había oído lo del elaisoma, lo apunto para que no se me olvide!!
Por lo que creo entender, no todas las semillas lo tienen, no?
Saludos

El Naturalista dijo...

Yo creo que sí, Ramuol, podríamos llamarlo simbiosis, aunque como la dependencia no es muy estrecha igual conviene mejor mutualismo. Y lo entiendes bien, sí, no lo tienen todas las semillas; en el ecosistema llevan elaiosoma este Lamium, los dos Carduus, la Mantisalca, la verdolaga, la aristoloquia, las dos gualdas (Reseda), el Platycapnos y, quizás, un puñado de plantas más. Este asunto del elaiosoma apenas está investigado, es relativamente poco lo que se conoce de la estrategia. Saludos, naturalista.

Pilar dijo...

mientras no se moleste... no está mal beneficiarse los unos de los otros¡¡
muy interesante entrada, como siempre¡¡
este cuaderno de campo es una joya¡¡
saludos

El Naturalista dijo...

Gracias Pilar; y yo diría que sí, que no está mal eso del mutualismo, pero pensemos que, sin molestar a otros seres vivos, léase comiéndolos, ni el ser humano ni cualquier otro heterótrofo podría estar aquí... La evolución tiene su propia ley, que no es moral salvo cuando eso trae ventajas. Un saludo.