tag:blogger.com,1999:blog-89145579779366696822024-03-16T02:11:05.490+01:00El Naturalista- Un cuaderno de campo -El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.comBlogger130125tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-69098795041300314892021-10-06T18:26:00.003+02:002021-10-06T18:26:49.414+02:00Nuevo sitio web<p style="text-align: justify;">Hola a todos, después de concluir el proyecto que fue este blog, quisiera invitaros a echar un vistazo a mi nuevo sitio web, en donde podréis encontrar historias con un enfoque diferente... No digo más. ¡Que las disfrutéis!<br /></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://historiasnaturales.net/">https://historiasnaturales.net/</a></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg50KNdpe2o8P896kyfOkGO0NWTVUdK0wAbIK5atXkQVVUe-7TM1_gqzi9sBx46GrsUcXAWypjRVw_rLO80GqgZjE1-qjdzkuWNmW3t2qbhI6Q7g1FqFFhszkUzJ3EGTviR9H6Qw8MU7i4/s2000/Arroyo_y_hoja_baja.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1333" data-original-width="2000" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg50KNdpe2o8P896kyfOkGO0NWTVUdK0wAbIK5atXkQVVUe-7TM1_gqzi9sBx46GrsUcXAWypjRVw_rLO80GqgZjE1-qjdzkuWNmW3t2qbhI6Q7g1FqFFhszkUzJ3EGTviR9H6Qw8MU7i4/s320/Arroyo_y_hoja_baja.jpg" width="320" /></a></span></div><p></p><p style="text-align: justify;">Gracias a los que contribuisteis, con vuestra lectura fiel y vuestros
comentarios, a que el presente blog alcanzase los cientos de miles de visitas que
lleva acumuladas, y que sigue recibiendo a buen ritmo pese a los años.</p><p style="text-align: justify;">También quisiera invitaros a ojear los dos libros en cuya elaboración anduve enfrascado durante este tiempo, los podéis encontrar en Tundra Ediciones: son <a href="https://www.tundraediciones.es/index.php?option=com_virtuemart&view=productdetails&virtuemart_product_id=103&virtuemart_category_id=25&lang=es" target="_blank">este</a> y <a href="https://www.tundraediciones.es/index.php?option=com_virtuemart&view=productdetails&virtuemart_product_id=229&virtuemart_category_id=25&lang=es" target="_blank">este</a> (el primero fue finalista al Premio Prismas al mejor libro de divulgación científica editado en España).<br /></p><p style="text-align: justify;">¡Saludos naturalistas!</p>El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-82429886845955713452014-02-25T12:15:00.001+01:002014-02-26T09:55:52.935+01:00Nómadas del pasto<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsRW8-RFHcGkI4_IXdZ-6ovDZ9bj4temJChaYN8ujW2R3rUp4BtRNE_8gzguv1f3Bu0SsUmXVMvFU2Dwu7cO4CZUv61zt18kZgC0boxuGMDTPXzL45N1e13EN26fuSlITLXb_5FXqH7Pk/s1600/Procesionarias.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsRW8-RFHcGkI4_IXdZ-6ovDZ9bj4temJChaYN8ujW2R3rUp4BtRNE_8gzguv1f3Bu0SsUmXVMvFU2Dwu7cO4CZUv61zt18kZgC0boxuGMDTPXzL45N1e13EN26fuSlITLXb_5FXqH7Pk/s1600/Procesionarias.jpg" height="266" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Como cada vez que se acerca el Carnaval, retoma su
crecimiento en nuestro ecosistema el nuevo pasto de este año, un ralo verdor
bajo cuya apariencia monótona se esconde la mayor riqueza de especies del
lugar. Pronto lo sobrevolarán las </span><a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2012/03/colosos-estresados.html" target="_blank"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">abejas solitarias</span></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> y </span><a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2011/02/estudio-en-escarlata.html" target="_blank"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">sus extravagantes enemigos</span></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">, y se poblará de diminutas guaridas subterráneas, de las telarañas
donde las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Steatoda </i>capturan hormigas
como en un palangre, de millares de otras redes más desconocidas aún mediante
las cuales fluyen las calorías fijadas por la hierba hacia los insectos, los
pájaros, todos los animales del herbazal. Por el momento, apenas recorren la
incipiente hierba algunos de los minúsculos pioneros que cada año reinician su
periplo vital en una nueva generación. Son nómadas urticantes que viven medio protegidos
por tiendas de seda que van tejiendo a medida que deambulan por el pasto. Nacen
con los primeros días de sol y permanecen unidos al principio, hasta que cada
cual toma su camino entre los </span><a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2013/05/nuevos-tiempos-viejas-soluciones.html" target="_blank"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">heliantemos</span></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">, las plantas que devoran con avidez
bajo las diminutas flores blancas de las <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2010/03/eterno-retorno.html" target="_blank">Erophila verna</a></i>.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estos nómadas del pasto son las procesionarias del suelo (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Thaumetopoea herculeana</i>), uno de los dos
tipos de procesionaria del paraje. El otro, la procesionaria del roble (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Thaumetopoea processionea</i>), construye en
plena primavera escasas tiendas de seda sobe algunas coscojas, refugios permanentes
desde donde las orugas salen a comer. Los </span><a href="http://ckerdelhue.free.fr/pub/articles/CK_Simonato2013_PlosONE_PhylogenyThaumetopoea.pdf" target="_blank"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">árboles evolutivos</span></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> muestran que esta
es seguramente la manera de vivir más primitiva entre las procesionarias. Los
linajes más modernos del género <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Thaumetopoea
</i>también construyen tiendas, pero se alimentan de árboles de la familia del
pino (Pináceas), como la famosa procesionaria del pino. ¿Qué sentido pueden tener
estos cambios evolutivos? ¿Acaso nos están contando las procesionarias </span><a href="http://link.springer.com/article/10.1007/BF00936911#page-1" target="_blank"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">cómo ha cambiado</span></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> la vegetación en Europa durante los últimos millones de años?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Vayamos por partes. Hace unos 30 millones de años, a
mediados del periodo Terciario, ya había robles, y la vegetación era tan
boscosa que seguramente existían muy pocos claros donde pudieran crecer los
heliantemos, por ejemplo. A finales del Terciario, el clima se deterioró, los
bosques se aclararon y comenzó la gran diversificación de los heliantemos. Por
todo lo cual apareció el nicho ecológico que hoy ocupa la procesionaria del
suelo. Más tarde, a medida que el clima se enfrió, los bosques de coníferas, de
pinos y abetos, se extendieron por gran parte de Eurasia, y este nuevo escenario
ecológico fue totalmente favorable para que evolucionaran las nuevas procesionarias
de las Pináceas. De este modo, aunque todos estos argumentos sean
especulativos, el hecho es que cuadran con que la idea de que la evolución de
las procesionarias está reflejando indirectamente los grandes cambios de
vegetación que han acontecido en esta región del planeta. Así que mucho cuidado
al caminar por el pasto en estos días, no sea que pisemos un recuerdo evolutivo
más de nuestro patrimonio natural.</span><br />
<br />
<span style="font-size: xx-small;"><em>Más sobre la evolución de la vegetación de la zona mediterránea en </em><a href="http://www.amazon.com/Plant-Evolution-Mediterranean-John-Thompson/dp/0198515340" target="_blank">Thompson (2005) Plant evolution in the Mediterranean</a>.</span></div>
El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-37099063112098172162014-01-13T23:07:00.003+01:002014-01-13T23:18:19.855+01:00Viaje en el tiempo evolutivo<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEq8und1JpvAXBi89V1Zbvn_ktNA6fgvQY7RVZvO9uq73xsfKIjLBhEvfeBKzVJigBwaCkX6-kOk8fybG-NQqLi1T3Wg-b1lcwarhEjItPqBStzvZssuoUtw6ZhyyVs5Yumgigs2HP-eQ/s1600/Olea+europaea.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEq8und1JpvAXBi89V1Zbvn_ktNA6fgvQY7RVZvO9uq73xsfKIjLBhEvfeBKzVJigBwaCkX6-kOk8fybG-NQqLi1T3Wg-b1lcwarhEjItPqBStzvZssuoUtw6ZhyyVs5Yumgigs2HP-eQ/s320/Olea+europaea.jpg" width="286" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Acebuche (<em>Olea oleaster</em>)</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 16.0pt;"><span style="font-family: inherit;">Para
un niño, una vida de cien años es tan incomprensible como la eternidad. Como
para nosotros el pulso del planeta, los cambios infinitesimales del día a día
integrados a lo largo de millones de siglos, el lento fluir de paisajes y formas de vida a medio camino entre el caos y las leyes de la naturaleza. Si un siglo fuese un milímetro, si
esa distancia, apenas el trazo de un lápiz, representase todo el devenir de un centenario, entonces un
millón de años serían diez metros, apenas diez pasos, de un camino cuyo final es un misterio. Los fósiles nos hablan de tiempos
mucho más remotos que un millón de años, y sin embargo algunos de sus testimonios parecen casi actuales,
tanto que nos invitan a pensar que en el fondo hay algo que permanece a lo largo del
abismo del tiempo. Por ejemplo, fósiles de jazmines casi iguales a la especie que hoy crece en las
umbrías de nuestro ecosistema datan de hace unos 4 millones de años; 40 pasos.
A 120 pasos desde el presente encontramos aún algo muy similar a otro arbusto
del matorral mediterráneo, el </span><a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2013/09/perseguir-lo-imprevisto.html" target="_blank"><span style="font-family: inherit;">labiérnago</span></a><span style="font-family: inherit;">; por tanto su complejo vínculo con los insectos de las agallas se
ha forjado, como mucho, durante más de cien millares de vidas de centenario.
Y retrocediendo más aún en el periodo Terciario, en tiempos de clima subtropical en Europa, todavía damos con algo muy parecido a nuestra </span><a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2009/10/la-bellota-y-el-escarabajo-elefante.html" target="_blank"><span style="font-family: inherit;">encina</span></a><span style="font-family: inherit;">, y a la
</span><a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2010/11/recuerdo-del-tropico.html" target="_blank"><span style="font-family: inherit;">coscoja</span></a><span style="font-family: inherit;"> y el </span><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Olea_oleaster" target="_blank"><span style="font-family: inherit;">acebuche</span></a><span style="font-family: inherit;"> que a menudo la acompañan en estas garrigas del Campo de
Montiel. No son exactamente la misma especie, pero los paleobotánicos
consideran que se trata de los fósiles de sus antepasados directos, en ocasiones virtualmente indistinguibles por su aspecto, como sucedía en
los casos anteriores. Así que, desde cada bellota y aceituna, unos 26
millones de años nos contemplan. ¿Qué hay al fondo de este reloj evolutivo, tan
extraordinariamente largo para las plantas leñosas como rápido a la hora de
contar la llegada y la marcha de las especies animales, en comparación mucho más efímeras? La historia de la vida
nos permite adivinar que el final inexorable del tiempo alcanzará tarde o temprano a cada especie
de planta o animal. A la larga, para estas especies la única manera de eludir
la extinción es “reproducirse”, esto es, especiar, dar origen a otras especies
nuevas. Especies que serán el próximo testigo de los genes en esa carrera de
relevos a lo largo de los eones que hemos dado en llamar evolución.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 16.0pt;"></span><span style="font-family: inherit;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 16.0pt;"></span><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 16.0pt;"><span style="font-size: xx-small;"><em><span style="font-family: inherit;">Basado en </span><a href="http://link.springer.com/article/10.1007/BF00936912#page-1" target="_blank"><span style="font-family: inherit;">Palamarev (1989) </span></a></em><a href="http://link.springer.com/article/10.1007/BF00936912#page-1" target="_blank"><span style="font-family: inherit;">Paleobotanicalevidences of the Tertiary history and origin of the Mediterranean sclerophylldendroflora. Pl. Syst. Evol. 162: 93-107.</span></a></span></span></div>
El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-31287457232912366462013-09-25T13:30:00.001+02:002013-09-25T13:37:38.883+02:00Perseguir lo imprevisto<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyOOwBHi-6CL6EhRGyg0YHOSbDepKc0sxSBrsC_RNYL52yy7a7vB9s66LCb9t1ODRwd5vBIJ0PKNQiBzttXz11sX4DnHZ__h_XPq-I7V6dP3tGsT3z4zuF_9WkqLtzGVZomY0hc83gYtU/s1600/Phyllirea+angustifolia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyOOwBHi-6CL6EhRGyg0YHOSbDepKc0sxSBrsC_RNYL52yy7a7vB9s66LCb9t1ODRwd5vBIJ0PKNQiBzttXz11sX4DnHZ__h_XPq-I7V6dP3tGsT3z4zuF_9WkqLtzGVZomY0hc83gYtU/s400/Phyllirea+angustifolia.jpg" width="331" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Congelado aún en el final del verano, el incipiente otoño pronto comenzará a ejercer su influjo sobre nuestro ecosistema. Entre el trasiego de <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2010/08/partida-hacia-el-tropico.html" target="_blank">pájaros migrando</a>, crecen las bellotas y se activan sus enemigos, los <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2009/10/la-bellota-y-el-escarabajo-elefante.html" target="_blank">gorgojos-elefante</a>; los romeros <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2012/08/como-sobrevivir-la-sequia.html" target="_blank">inclinan sus hojas</a> tras la sequía estival; maduran los frutos de la esparraguera, y del espino negro, y en un secreto rincón, casi a la umbría de unas encinas, retoma su crecimiento el único labiérnago del paraje, un arbusto semejante a un pequeño y espeso olivo de hojas estrechas, común en los maquis espesos de algunas serranías cercanas. <em>Phillyrea angustifolia, </em>familiar del olivo y endémico del oeste de la cuenca mediterránea, muestra en sus ramas diminutas bolas secas, grisáceas. ¿Serán sus equivalentes a la aceituna? No se trata de frutos, sino de <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2011/12/un-habitante-de-las-espinas.html" target="_blank">agallas</a>, tumoraciones que crecen a partir de la puesta de huevos de ciertas moscas minúsculas (<em>Schizomyia phillyreae</em>).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Estos insectos ponen huevos en las flores del labiérnago, y eso provoca que el ovario se transforme en una agalla al cabo de 6-8 semanas tras la fecundación de la flor. Dentro de cada agalla, una larva de mosca va desarrollándose muy lentamente, a costa de consumir los tejidos embrionarios del que debería haber sido un fruto de labiérnago. Algunas moscas adultas emergerán de la agalla al año siguiente, pero otras esperan un año, o dos, o incluso tres. Este retraso recuerda a la estrategia de las hierbas anuales que acumulan en el suelo bancos de semillas de germinación retardada. En una entrada anterior <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2010/03/el-momento-adecuado.html" target="_blank">vimos</a> cómo estos bancos de semillas actúan como seguro frente a malas primaveras: como todas las semillas de un año no germinan al siguiente, si ese año es malo no se perderán todas, pues algunas tendrán su oportunidad en el próximo año. ¿Acaso sobre las moscas del labiérnago se cierne alguna amenaza imprevisible similar frente a la que intentan asegurarse formando un "banco de agallas"?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La misteriosa "pereza" de estas moscas a la hora de abandonar su agalla podría ser efectivamente una estrategia contra los malos años de flores del labiérnago. Porque el número de flores que produce este arbusto varía mucho de un año a otro, del mismo modo que muchas leñosas mediterráneas varían mucho su cosecha de frutos entre años. El ecólogo Daniel H. Janzen <a href="http://biology.duke.edu/upe302/pdf%20files/Janzen%201970.pdf" target="_blank">propuso</a> en 1970 que este tipo de variación era una defensa de las plantas ante los animales frugívoros. Es fácil de entender: si un árbol produce cada año una cantidad de frutos más o menos constante, los animales que los coman podrán prosperar hasta eventualmente acabar con toda la producción de frutos, fracasando así la reproducción de la planta. Pero si la cosecha de frutos varía mucho, habrá años en que los animales frugívoros apenas tendrán comida, por lo que sus poblaciones se verán diezmadas. Si al siguiente año la planta da buena cosecha, habrá pocos enemigos para sus semillas, y de este modo tendrá mucho éxito en su reproducción. Esta idea parece respaldada por bastantes evidencias en la naturaleza. ¿Cuál sería su transcripción al sistema labiérnago-mosca?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El labiérnago, al variar de manera más o menos imprevisible su número de flores cada año, está controlando las poblaciones de moscas que podrían acabar con sus flores al convertirlas en agallas. Un mal año de flores supondrá pocas agallas y pocas moscas para el año siguiente. Así, si al cabo de un año el arbusto da muchas flores, éstas no se verán amenazadas por muchas moscas, y podrán dar fruto abundante. Pero las moscas parecen haberse contraadaptado a esta estrategia, y evitan que su reproducción fracase repartiendo en el tiempo su actuación sobre el arbusto. Así, si llega un mal año de flores, todavía quedarán hornadas de agallas con moscas a la espera de un buen año. Al formar su "banco de agallas", estos insectos han encontrado la manera de perseguir lo imprevisto, ese buen año de flores de labiérnago que les permitirá proliferar. Su solución para dar con lo imprevisto ha sido volverse imprevisibles.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: xx-small;">Basado en <a href="http://imedea.uib-csic.es/bc/ecol_terr/all%20pdfs/1994_Traveset_BJLS_Phillyrea_angustifolia.pdf" target="_blank">Traveset, A. (1992) Reproductive biology of <em>Phillyrea angustifolia </em>L. (Oleaceae) and effect of galling-insects on its reproductive output. Botanical Journal of the Linnean Society 114: 153-166.</a></span></div>
El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-11300663797585778452013-08-23T20:57:00.000+02:002013-08-23T20:57:45.848+02:00Una tarde de agosto<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6xTAPYW7jnYuXCKeHUd3ua0b1FaXF-kFSMayuIK9N83ZtgieFhbLS5sAhNes_hrQnFst8eFB2vQI8qTYzhbg0D3FJTlFJY8zZMSTbZSMw9T2UO5J15-OFV2S4ndMr3-SXQlHLs_UNUtQ/s1600/Paisaje+agostado.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6xTAPYW7jnYuXCKeHUd3ua0b1FaXF-kFSMayuIK9N83ZtgieFhbLS5sAhNes_hrQnFst8eFB2vQI8qTYzhbg0D3FJTlFJY8zZMSTbZSMw9T2UO5J15-OFV2S4ndMr3-SXQlHLs_UNUtQ/s400/Paisaje+agostado.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
Extractos de mi cuaderno de campo - "el de limpio", el que está escrito
días después de cada salida a partir de mis notas rápidas tomadas en el ecosistema:</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<u>Moraleja, 24 de agosto de 2008</u></div>
<u>
</u><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Nada más llegar, un halcón peregrino sobrevuela la casa a
gran altura, y sube y sube hasta perderse en el azul. Hace viento, y mis abejas
y avispas no se prodigan, pero veo varias veces a la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sphex… </i>cuya vida, pienso al contemplarla, ya me ha contado Fabre.
Recorro unos taludes arenosos junto al viñedo, cerca del campo de cardos cuco,
pero no veo ninguna avispa zapadora. En el monte encuentro dos lagartijas
colilargas jóvenes, muy pequeñas (unos 7 cm); bajo una piedra en el erial de
las tarántulas un ácaro trombídido caminaba tanteando con las patas delanteras
torpemente.</span><span style="font-family: inherit;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="mso-tab-count: 1;"></span>Observo
el muro de la casa y de la caseta del pozo; solamente hacia el lado Este hay
nidos de abeja y avispa. Bajo las tejas, cerca de los peligrosos embudos de
seda de las arañas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Segestria, </i>una
avispa alfarera ha construido sus diminutas bocas de jarrón. En el interior
quedan los restos del capullo de seda de la crisálida, y varias patitas negras
no comidas por la larva. Parecen de abeja, quizá sean los nidos de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Euodynerus dubius.</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Bajo el
alero del pozo, siempre dando al Este (¿por qué? ¿más calor y menos lluvia?),
hay diminutos “churretes” que remedan la concha de un caracol algo desenrollada
en vertical y resultan ser nidos tubulares de seda forrados de arcilla y arena;
dentro hay restos negros que debo examinar con más detenimiento. Algunos no
están abiertos, los conservaré para ver qué sale.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">El
último tipo de nido es de una abeja carpintera, que ha cortado tallitos de
gramínea seca y, tras afianzarlos en vertical sobre la pared blanca de la casa,
mediante “seda”, ha puesto un huevo dentro. Encuentro en un tallo grande la
cutícula de su crisálida vacía, y en otro está la larva, oronda y blanca;
quizás pueda criar unas cuantas para ver de qué especie son. La mejor candidata
es la especie de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ceratina </i>azul que
aún se ve sobrevolando los cardos cuco.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Todos
estos nidos están en vecindad peligrosa, rodeados de guaridas sedosas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Segestria </i>en cuyas bocas de embudo, a
modo de advertencias o siniestros trofeos, cuelgan las carcasas de sus presas…
moscardas negras, sobre todo, pero en el pozo, bajo las tejas, veo una avispa <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sphex. </i>Capaz de matar a un gran grillo,
y muerta por una araña. Cerca de la casa, entre las cepas, veo otro enemigo
suyo, la hormiga aterciopelada del género <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Dasylabris
</i>que ya encontré en los taludes arenosos que exploré la semana pasada.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Sobrevuela
el tejado de la casa, como una exhalación, otra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sphex. </i>Uniendo cabos, deben de buscar al ocaso, quizás, a los
grillos que habitan bajo las tejas, los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Thyreonotus
corsicus. </i>Todo esto, Moraleja, empieza a cobrar verdadero sentido.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Al
anochecer, sorprendentemente, ¡cantan muchísimos grillos! ¿Serán los adultos
que nacieron esta primavera? En julio apenas se oía grillo alguno. Ya ni una
cigarra, todo cambia en pocas semanas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Junto a
La Calera, un alcaudón común muerto, atropellado; dos avispas polistes lo
sobrevuelan. Vi varios hoy, y perdices, gangas y urracas, junto a la casa.
Volviendo a La Solana desde Alhambra, anocheciendo, dos avutardas me
sobrevuelan.</span></div>
El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-3928765520196662382013-07-17T13:51:00.001+02:002013-07-18T09:13:23.466+02:00Huida (evolutiva) del verano mediterráneo<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIDfzUlipZp1tv1T3ExdpAAkCBMiu-ajRUdnoMn1KXVSfyp1NjY7LAqVT33_gJshRAq41dfE6vUmpPTQm0sEq8_M6QjTjiiVlG4r8h65lecFpcWVnvtUNlqtLbwKmrrzcGX7xMlakq_GM/s1600/Pyronia+bathseba.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIDfzUlipZp1tv1T3ExdpAAkCBMiu-ajRUdnoMn1KXVSfyp1NjY7LAqVT33_gJshRAq41dfE6vUmpPTQm0sEq8_M6QjTjiiVlG4r8h65lecFpcWVnvtUNlqtLbwKmrrzcGX7xMlakq_GM/s400/Pyronia+bathseba.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Lobito meridional (<em>Pyronia cecilia</em>), una de las dos especies de lobitos del ecosistema, donde coexiste con el lobito listado <em>(Pyronia bathseba</em>)<em>.</em></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En la hora azul del amanecer, la cháchara de las <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2009/08/acrobatas.html" target="_blank">currucas</a> se
mezcla con la llamada lejana de las <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2010/07/en-busca-del-agua.html" target="_blank">gangas</a> mientras el termómetro casi roza los
20º C. Pronto asoma el sol incendiando de luz dorada los eriales secos, y entonces
la temperatura asciende rápidamente. Hacia los 25º C, el estridente chirrido
de las <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2010/06/la-verdadera-historia-de-la-cigarra-y.html" target="_blank">cigarras</a> toma el relevo a los reclamos de las aves. Comienza el turno de
los insectos: las avispas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Prionyx </i>buscan
saltamontes, las <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2009/08/una-hormiga-leon.html" target="_blank">hormigas león</a> se desperezan en los tallos quebradizos, y las
<a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2009/09/esculpidas-por-los-pajaros.html" target="_blank">mariposas pardas</a> revolotean a la umbría de las encinas para luego libar de las
escasas flores que apenas ofrece el pasto agostado.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Nunca deja de sorprenderme cómo toda esta fauna diminuta
logra soportar la durísima prueba de la sequía del verano mediterráneo. Apenas
sabemos cómo lo consiguen. Fijémonos en las flores de un cardo corredor, donde
en nuestro ecosistema ahora sorbe néctar una mariposa parda exclusiva de la región, el lobito listado
(<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/df/Spanishgatekeeper0939.JPG" target="_blank">Pyronia bathseba</a></i>). Esta discreta
mariposa se aproxima ya al final de su vida de adulto, que abarca de abril a
julio. En cambio su pariente, el lobito agreste (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pyronia tithonus</i>), que se distribuye ampliamente por Europa, emerge
como adulto al comenzar el verano. Este caso representa la norma entre las mariposas
mediterráneas que tienen pocas generaciones al año: las especies endémicas
suelen hacerse adultas en primavera, unos cuantos meses antes que las especies
de amplia distribución, mucho más veraniegas. Parece como si las mariposas
genuinamente mediterráneas estuvieran evitando salir de la crisálida en los
meses de verano… Cuando encontré este patrón, pensé si no debería de ser al
revés. Es decir, ¿por qué las mariposas más mediterráneas huyen precisamente de lo
más característico del clima mediterráneo, la sequía estival? ¿No deberían
estar adaptadas a dicha sequía? Confunde pensar en términos de mariposas, pero
la historia cambia desde el punto de vista de… las orugas.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Las mariposas, al adelantar su ciclo vital unos meses,
logran que sus orugas ya crecidas no tengan que enfrentarse a la sequía del
principio del verano mediterráneo. La oruga se alimenta en primavera y antes de
los grandes calores se ha transformado en adulto. Esta precocidad sólo puede aportarle ventajas, pues
la oruga es la fase más vulnerable de estos insectos. Una oruga tiene piel
tierna que se deshidrata al sol fácilmente, y si su planta nutricia se va
secando puede morir o no completar bien su desarrollo. Así pues, el adelanto
de la época de adulto parece ser para las mariposas mediterráneas una adaptación
que ayuda a evitar los rigores del verano. ¿Pero por qué este adelanto sólo se
da en las mariposas endémicas, y no en las de amplia distribución? Seguramente
porque las mariposas endémicas, al estar confinadas bajo nuestro clima, pueden
evolucionar sin el estorbo constante que supondría para ellas el reproducirse
con mariposas procedentes de otras regiones climáticas, mariposas que aportarían a la
especie genes adaptados a otros climas, dificultando así la adaptación al clima
mediterráneo. En definitiva, a través de este caso aprendí que los endemismos
no sólo <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2010/06/el-valor-de-ser-unico.html" target="_blank">son valiosos</a> por ser irrepetibles y exclusivos, sino como ejemplos vivientes
de la evolución en nuestro entorno más cercano.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><em>Basado en <a href="http://www.bulletinofinsectology.org/pdfarticles/vol63-2010-161-170lopez-villalta.pdf" target="_blank">un artículo</a> que publiqué en la revista </em>Bulletin of
Insectology<em>.</em></span></div>
El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-921228691408950822013-06-24T14:10:00.002+02:002013-06-25T10:49:39.889+02:00El grillo manchego<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWFn2zzUZ2M9i8tMP2moGg_BX1uJiEZt5Cc2J_0SKqLJf8gcx5V7Gy0YHOmb0kL0wm8RuSpGLfh5jkyInP-bpR2mz5kaS36-ZIbADvKd8A4Mqcr4Sw2pXjB2sbjOJJQ4VxJ6VekwVQ02M/s1600/Pycnogaster+graellsii+en+vi%C3%B1a+-+Moraleja.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWFn2zzUZ2M9i8tMP2moGg_BX1uJiEZt5Cc2J_0SKqLJf8gcx5V7Gy0YHOmb0kL0wm8RuSpGLfh5jkyInP-bpR2mz5kaS36-ZIbADvKd8A4Mqcr4Sw2pXjB2sbjOJJQ4VxJ6VekwVQ02M/s400/Pycnogaster+graellsii+en+vi%C3%B1a+-+Moraleja.JPG" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
A lo largo de las páginas de este cuaderno de campo hemos
descubierto que muchos habitantes de nuestro ecosistema son <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2010/06/el-valor-de-ser-unico.html" target="_blank">endemismos</a>,
especies exclusivas de la región mediterránea o de la Península Ibérica. ¿Cuál
de ellos es el más único, el más raro a escala mundial, es decir, cuál de las
más de 1.000 especies que pueblan estas 25 hectáreas de monte tiene un área de
distribución más diminuta? Lo desconozco, porque ignoro la distribución de
muchos pequeños invertebrados a los que sólo he podido identificar al nivel de
familia o género. De las especies cuyo nombre sí he podido averiguar con
certeza, la más exclusiva de la zona parece ser un insecto prácticamente
desconocido, una chicharra alicorta semejante a un grillo grande y orondo. Este
insecto fue bautizado como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pycnogaster
graellsii </i>por Bolívar en 1873, tras descubrirlo cerca de Manzanares,
localidad próxima a nuestro monte. Desde entonces, la especie sólo ha sido
encontrada en <a href="http://books.google.es/books?id=P3yeT2Mj7vYC&pg=PA43-IA97&lpg=PA43-IA97&dq=Pycnogaster+Pardo+castilla-la+mancha&source=bl&ots=F0th3m5Vzv&sig=-8yac3y3_76OzjPm-VpVbrWwlvA&hl=es&sa=X&ei=kwbIUdq2LcfB7AbXy4G4Cw&ved=0CC0Q6AEwAA" target="_blank">un puñado de localidades</a>, la mayoría de ellas dentro de La Mancha y algunas en torno a esta meseta semiárida. Por eso a
menudo llamo a este insecto “el grillo manchego”.<br />
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
Cuando
la hierba se agosta y las primeras <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2010/06/la-verdadera-historia-de-la-cigarra-y.html" target="_blank">cigarras</a> del año resuenan bajo el calor de
los días cercanos al solsticio de verano, cuando declina la primavera dando
paso a la sequía estival, sólo entonces, durante una o dos semanas, cantan
estos robustos grillos. Estridulan, frotan sus alas diminutas, lanzan al aire
un chirrido suave, agudo y sostenido. A los machos les gusta cantar subidos a
una aliaga, o a un tallo de mies a punto de ser segado, o entre el frescor de unas
hojas de viña. Las hembras se distinguen claramente porque llevan al final del
abdomen una imponente “espada”, su ovipositor. La primera “grilla manchega” que
encontré estaba en una aliaga sujetando con las patas una masa gelatinosa y
blanquecina. Era el regalo que le había dado algún macho: un espermatóforo, una
bola blanda que contiene espermatozoides y que la hembra terminaría comiéndose,
según las costumbres reproductoras en este grupo de insectos. Ignoramos cuál es
la dieta habitual de estos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pycnogaster</i>,
pero se sabe que comen brotes vegetales y que pueden incluso <a href="http://bddoc.csic.es:8080/detalles.html?tabla=docu&bd=ICYT&id=127402" target="_blank">devorarse</a> unos a
otros en cautividad. Quizás en la naturaleza actúan como depredadores de otras
chicharras, grillos y saltamontes; esto es común en los grillos de matorral.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
Resulta más o menos fácil acercarse a un grillo manchego mientras
canta… hasta unos cuantos metros. Si queremos aproximarnos más, al menor ruido
que hagamos dejará de cantar. Entonces tendremos que esperar unos minutos hasta
que reanude su canción, y así, con paciencia y sigilo, lograremos tal vez
acercarnos hasta que pensemos tenerlo a un paso. Entonces comprobaremos de
primera mano la eficacia de su camuflaje, pues su librea verdosa, abigarrada de
pardo y de oscuro, lo hace virtualmente invisible entre la vegetación. Si
finalmente conseguimos verlo, la forma del escudo que hay tras su cabeza
(pronoto), con lóbulos laterales redondeados y sin escotaduras (ver fotografía),
nos revelará que pertenece a la especie <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pycnogaster
graellsii</i>. Este y otros rasgos lo diferencian de las demás especies de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pycnogaster </i>de la fauna ibérica, dentro
de la cual nuestro grillo manchego<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>es<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>sólo un ejemplo más de los
<a href="http://www.raco.cat/index.php/Mzoologica/article/viewArticle/92481/0" target="_blank">numerosísimos endemismos</a> de chicharras alicortas, muchas de ellas del género <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ephippiger, Steropleurus, Uromenus…</i> Da
la sensación de que este tipo de insecto, estos grandes grillos incapaces de
volar, fuesen especialmente propensos a originar endemismos. Esta sospecha está
plenamente justificada por lo que sabemos acerca del origen de las especies
(especiación). Normalmente, el ingrediente clave en la especiación es el
aislamiento geográfico: unos cuantos individuos de una especie se quedan
aislados en una isla, o tras una cordillera, o en una península, y de este modo
quedan apartados del resto de su especie, por lo que evolucionarán
independientemente hasta que lleguen a diferenciarse tanto que pasen a ser una
nueva especie. Las chicharras alicortas deben de quedarse aisladas
geográficamente con mucha facilidad, pues se trata de insectos pesados, lentos
y no voladores, y por tanto incapaces de viajar grandes distancias. Esto las
convierte en un linaje perfecto para originar especies endémicas, incluso
endemismos tan localizados como nuestro grillo manchego.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: xx-small;">Basado en la información sobre la especie proporcionada en los enlaces que figuran en el texto y en Bolívar (1876) Sinopsis de los Ortópteros de España y
Portugal. Madrid, Imprenta de T. Fortanet.</span></div>
El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-21324176929433751252013-05-13T22:15:00.001+02:002013-05-14T08:26:18.769+02:00Nuevos tiempos, viejas soluciones<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUFf9SVIIWW_QO_1ESvcwSv1kKsFIOctvQqO7juOMYOoCQfkBGxaCSLIOnRtOxb-DMer6w6rdzEw-Rbx2v-SWdYHQsvHoTOBJS5D_UJwZ-80COQFwYayZ6Oj15yvTGwtBJ-oxjb3wZlKA/s1600/Helianthemum.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUFf9SVIIWW_QO_1ESvcwSv1kKsFIOctvQqO7juOMYOoCQfkBGxaCSLIOnRtOxb-DMer6w6rdzEw-Rbx2v-SWdYHQsvHoTOBJS5D_UJwZ-80COQFwYayZ6Oj15yvTGwtBJ-oxjb3wZlKA/s400/Helianthemum.JPG" width="400" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Avanza mayo y la normalidad climática parece haber regresado al calendario natural de nuestro ecosistema. Pasadas ya las <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2011/04/las-flores-mentirosas.html" target="_blank">orquídeas abeja</a>, florecen los gladiolos, las <em>Bartsia trixago </em>reemplazan a las <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2010/04/vampiro-vegetal-subterraneo.html" target="_blank">algarabías pegajosas</a> como plantas-vampiro, el tiempo de los ranúnculos cede el turno al de los <em><a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2010/05/no-apostarlo-todo.html" target="_blank">Leontodon</a>, </em>y a ras de suelo se alzan ya las primeras flores de las jarillas. En la imagen tenemos a la más común, <em>Helianthemum apenninum, </em>un endemismo de la cuenca mediterránea, como <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2012/02/por-que-tantas-especies-y-iii.html" target="_blank">tantas otras plantas</a> que representan lo más exclusivo del tesoro de la biodiversidad en esta región. Los heliantemos, parientes cercanos de las jaras, son con ellas el resultado de una misma <a href="http://www.rjb.csic.es/jardinbotanico/ficheros/documentos/pdf/pubinv/PVG/GuzmanVargas_009ODECistaceae.pdf" target="_blank">historia evolutiva</a>, testimonios vivientes de cambios ambientales que han ejercido su poderosa influencia sobre la vida a escala planetaria.<br />
<br />
Desde un remoto pasado de clima subtropical y vegetación selvática, en los últimos 15 millones de años la zona mediterránea ha visto deteriorarse el clima, cada vez más fresco en invierno y más seco, sobre todo en verano. Con el clima fue cambiando drásticamente el paisaje viviente, y donde <a href="http://www.jstor.org/discover/10.2307/2462775?uid=3737952&uid=2&uid=4&sid=21102209525941" target="_blank">antes hubo</a> bosques con laureles, árboles de la canela, palmeras, ginkgos y magnolias, ahora hay matorrales y pastos con plantas como la jarilla. No obstante, en el nuevo clima han logrado prosperar un puñado de descendientes que parecen sacados del mundo antiguo: la encina, el olivo, el lentisco, el madroño... leñosas que <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2010/11/recuerdo-del-tropico.html" target="_blank">conservan rasgos</a> típicos de la flora tropical. Entre estos vestigios es común la presencia de frutos carnosos, apetitosos para <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2009/09/el-arbol-de-los-pajaros.html" target="_blank">los pájaros</a>, que al comerlos digieren la parte blanda y descartan a través de los excrementos la semilla. De este modo, la semilla se dispersa gracias a los vertebrados, en lo que constituye la dispersión por endozoocoria. Pero este mecanismo apenas se da en las plantas de linaje más reciente, las que han surgido adaptándose al clima de los últimos millones de años. Por ejemplo, ni jaras ni heliantemos tienen frutos carnosos. Y aun así, los vertebrados pueden prestarles ayuda para dispersar sus semillas. ¿Cómo puede ser, si los frutos secos de los heliantemos carecen de pulpa sabrosa para tentar a los pájaros?<br />
<br />
La clave de este asunto no está en las aves, sino en los herbívoros del pasto, que al comer hierba se tragan también los frutos de los heliantemos. No es de extrañar, por tanto, que sus semillas germinen incluso después de pasar por el tubo digestivo de una oveja. De este modo emplean al herbívoro como taxi para dispersarse, pero además en los excrementos encuentran minerales valiosísimos para sobrellevar el suelo pobre y pedregoso propio de los matorrales. Ante estas ventajas, realmente una semilla de heliantemo debería de germinar preferentemente después de ser engullida por un herbívoro. Y eso parece que es <a href="http://hera.ugr.es/doi/16517453.pdf" target="_blank">justamente lo que ocurre</a>, no sólo con nuestra jarilla, <em>Helianthemum apenninum, </em>sino con otras plantas de su familia, las Cistáceas.<br />
<br />
Son nuevos tiempos y nuevos climas para la vieja cuenca mediterránea, pero las antiguas soluciones de las plantas siguen funcionando, eso sí, convenientemente traducidas al moderno entramado de relaciones ecológicas. A estas viejas soluciones remozadas hay que sumar algunas nuevas, como la que encontramos en las propias jaras <em>(Cistus</em>)<em>,</em> adaptadas a los frecuentes fuegos del verano mediterráneo <a href="http://www.jstor.org/discover/10.2307/2404472?uid=3737952&uid=2&uid=4&sid=21102209525941" target="_blank">hasta tal punto</a> que sus semillas germinan masivamente después de un incendio. Por todas estas adaptaciones, jaras y jarillas, las Cistáceas, ejemplifican como pocas estirpes de plantas el devenir de la naturaleza en la región. Y lo curioso es que ambas estrategias (dispersarse mediante herbívoros y germinar tras los incendios) se basan en un mismo cambio: una envoltura más gruesa recubriendo la semilla.<br />
<br />
<span style="font-size: xx-small;"><em>La imagen muestra un </em>Helianthemum apenninum apenninum<em>, de acuerdo con las claves de la Flora de Andalucía Oriental (<a href="http://jolube.wordpress.com/2011/10/23/flora-de-andalucia-oriental-2%C2%AA-edicion-2011-en-un-solo-volumen-y-en-pdf/" target="_blank">pdf</a>).</em></span></div>
El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-11964767813872600642013-04-23T10:20:00.001+02:002013-04-23T14:05:02.688+02:00Parecidos razonables (II)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9NxOTWi8JO8lLe7Yh9_E60y2NjoE5Xv6MhhLPHXyLKYUDG7LkmHtG2iyFHh3OSHVgSevKnqs61rq-jMAQuE7wMRo-gS9M9xTEa_uVuCI2h5XbIkNH0Pb9UMPPYvyidYlcfqRGyH6cpqY/s1600/Barstia+latifolia+con+mosquito.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9NxOTWi8JO8lLe7Yh9_E60y2NjoE5Xv6MhhLPHXyLKYUDG7LkmHtG2iyFHh3OSHVgSevKnqs61rq-jMAQuE7wMRo-gS9M9xTEa_uVuCI2h5XbIkNH0Pb9UMPPYvyidYlcfqRGyH6cpqY/s400/Barstia+latifolia+con+mosquito.jpg" width="266" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Al sudeste del Cabo de Buena Esperanza se alzan las montañas Fernkloof, y en sus rincones húmedos, bajo las estrellas del sur, crecen las hojas viscosas de la que para mi es la planta más increíble que jamás haya evolucionado en una región de clima mediterráneo. Su nombre, <em><a href="http://www.plantzafrica.com/plantqrs/plimagesqrs/roridulagorgonia2.jpg" target="_blank">Roridula gorgonias</a>, </em>recuerda el mito griego de <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjus1SKY8OMCOuSpET8UcCKDNaV9neROegWReDAw9K3yNfJ5Ih5C68GyLdBM1RMGdv_OvF0V_btnYL16hpHVomQYxKZs90Jz-7HIr-vcO_DKEUA9i5j2vifcg6ePzQPWtEv3U8xbY8XmNA/s1600/medusa+1.jpg" target="_blank">Medusa</a>, la más famosa de las Gorgonas, las tres hermanas convertidas por la cólera de Atenea en monstruos cuya mirada petrificaba y cuyos cabellos eran serpientes. Cuando Perseo fue a decapitar a Medusa, la encontró rodeada de estatuas erosionadas de sus víctimas; cuando nos acercamos a la rorídula, hallamos sus hojas tachonadas de restos de insectos, inmóviles como estatuas. Las diminutas víctimas de esta gorgona vegetal han sucumbido adheridas al pegamento de los pelos que la recubren, y lo mismo sucede con la otra rorídula, <em>Roridula dentata, </em>también exclusiva de las montañas mediterráneas de El Cabo en Sudáfrica.</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Ante esta trampa pegajosa, <a href="http://www.carnivorousplants.org/cpn/articles/CPNv34n4p106_110.pdf" target="_blank">Darwin</a> se planteó si las rorídulas no serían plantas carnívoras, al estilo de las droseras, pero rechazó esta posibilidad porque, a diferencia de éstas, sus pelos adhesivos no se mueven al contactar con los insectos, ni segregan enzimas digestivas que los disuelvan. ¿Cómo van a digerir entonces a sus cautivos? En 1996 <a href="http://www.duc.auburn.edu/academic/classes/biol/7560/folkerts/ellisandmidgley.pdf" target="_blank">se averiguó</a> la asombrosa respuesta. La clave está en un insecto que es inmune al pegamento de las hojas, una chinche asesina del género <em>Pameridea. </em>Estas chinches viven sobre las rorídulas (<em><a href="http://bestcarnivorousplants.com/CP_Photos/pameridea_marlothii_Copyright_R_Simek.jpg" target="_blank">Pameridea roridulae</a> </em>en <em>Roridula gorgonias, </em>y <em>P. marlothii </em>en <em>R. dentata</em>), succionando los fluidos de los insectos atrapados. Se ha demostrado que la planta es capaz de absorber las sales de nitrógeno de los excrementos de estas chinches, que de este modo le permiten aprovechar el nitrógeno de sus víctimas. Así, en una simbiosis insólita, las rorídulas usan a las chinches como órgano digestivo para obtener de sus cautivos el nitrógeno adicional que necesitan.</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
A miles de kilómetros de distancia, en nuestro matorral mediterráneo, esta primavera hay en el pasto más algarabías pegajosas que nunca en estos años. <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2010/04/vampiro-vegetal-subterraneo.html" target="_blank">Ya vimos</a> en otra entrada anterior cómo estas algarabías, alias <em>Bartsia latifolia, </em>crecen parasitando las raíces de otras hierbas, como vampiros vegetales subterráneos, y comentamos brevemente su capacidad de atrapar insectos en sus pelos de extremos pegajosos. Desde que escribí esa entrada he observado, en cada mes de abril, qué tipo de insectos captura la algarabía y qué es de ellos. En la imagen que encabeza esta entrada podemos ver a la mayor de las víctimas que he encontrado... ¡un mosquito!<br />
<br />
Curiosamente, las presas más abundantes han resultado ser unos insectos que podríamos tomar por aliados de la planta. Se trata de las minúsculas avispas que conocemos como <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Fairyfly" target="_blank">Mimáridos</a>, tan diminutas que se desarrollan dentro de huevos de insectos. Al atraparlas, la algarabía está eliminando a seres que consumen huevos de futuras orugas y demás insectos perjudiciales para las hierbas. ¿Qué sentido tiene que la algarabía haga esto? Ni siquiera digiere a estas avispillas, como me reveló un examen al microscopio siguiendo los criterios de Darwin para detectar plantas carnívoras - la gota de pegamento de los pelos pegajosos no se enturbia en absoluto al adherirse a ella uno de estos insectos, ni aun al cabo de unos días. Quizás los insectos pegados simplemente se descomponen sobre la algarabía, de manera que a la siguiente lluvia sus sales minerales son lavadas hacia el suelo, regándola con agua enriquecida en nutrientes... Incluso si estos nutrientes van a parar a hierbas vecinas, la algarabía puede robárselos vampirizando sus raíces. Especulaciones aparte, todavía dudo que esta hierba pueda aprovechar los minerales de los insectos que atrapa, ni si quiera indirectamente como la rorídula. Su gestión del nitrógeno que se le adhiere en forma de insectos parece todavía muy torpe. Pero démosle unos cuantos millones de años, y puede que la evolución nos sorprenda... una vez más.<br />
<br />
<em><span style="font-size: xx-small;">Ver también <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2010/10/parecidos-razonables-i.html" target="_blank">Parecidos razonables (I)</a>.</span></em></div>
El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-15155578533892443412013-03-21T18:41:00.000+01:002013-03-26T07:28:34.646+01:00Caballo de Troya ultramicroscópico<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ6gNaZYWUByqamZ4Fawo_OmymaNChQOreMOM_PN48m7DvShRZbZhXh6zgv5SkED234fgWRMg49dEx2SmJpu2qJk4T6tM6nzMMTrJmVL9rIy4J1M4rfL6SiKb5aAcbSDaNIm7yN0d2BW0/s1600/Tomares+ballus+-+macho.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ6gNaZYWUByqamZ4Fawo_OmymaNChQOreMOM_PN48m7DvShRZbZhXh6zgv5SkED234fgWRMg49dEx2SmJpu2qJk4T6tM6nzMMTrJmVL9rIy4J1M4rfL6SiKb5aAcbSDaNIm7yN0d2BW0/s400/Tomares+ballus+-+macho.JPG" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Nada más salir del huevo, lo
primero que hizo fue un agujero a través del cual se adentró en lo que había de
ser la flor de un <a href="http://www.almerinatura.com/galerias/flora1/images/astragalus-glaux_2.jpg" target="_blank">astrágalo</a>. Creció protegida por los tejidos verdes de la
planta, devoró los estambres y algunos ovarios del pistilo. Pese a ello, la
flor llegó a formar algún fruto, que también fue consumido por el voraz inquilino. Sólo
dejó como señal unos cuantos hilos de seda dentro de la valva donde crecía la
semilla. Después se comió a otra oruga de su misma especie, y emprendió el
traslado a otra flor. Por el camino, en el tallo verde, una avispa del tamaño de
una cabeza de alfiler se le subió encima y le clavó su ovipositor, inoculándole
huevos. Junto con ellos, la avispa <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="http://m4.i.pbase.com/g3/01/12401/2/88790344.i9cAaK2I.jpg" target="_blank">Cotesia</a>
</i>le inyectó un arma biológica en forma de virus ultramicroscópicos:
bracovirus, uno de los dos tipos de <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Polydnavirus" target="_blank">polidnavirus</a> conocidos, el típico de las
avispas bracónidas. Los bracovirus bloquearon el sistema inmune de la oruga,
impidiendo así que sus defensas atacasen a los huevos que la avispa le había
inoculado. También se introdujeron en ciertas células de su víctima, desde las
cuales dirigieron algunos cambios en el cuerpo de la oruga, para convertirla en el criadero ideal de las
larvas de la avispa.</span><br />
<br />
<span style="font-family: inherit;">Ignorante de
todo esto, la oruga de mariposa cardenillo continuó su viaje, y al rato se
encontró con su escolta. Las hormigas la tocaron, reconociéndola como socia, y
ella respondió extendiendo sus tentáculos retráctiles y exudando algunas gotas
dulces, con lo cual se ganó definitivamente su protección. Desde entonces ninguna
avispa bracónida volvió a acercársele, pero ya era tarde. En su hemolinfa
habían eclosionado los huevos de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cotesia,
</i>y pronto las larvas comenzaron a devorarla desde dentro, con total impunidad gracias
al bracovirus. En pocos días sólo quedó la <a href="http://www.discoverlife.org/IM/I_JP/0042/320/Cotesia_congregata,I_JP4227.jpg" target="_blank">piel vacía</a> de la oruga, rodeada de
pequeños capullos blancos de seda. De ellos emergieron las nuevas avispas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cotesia, </i>dotadas ya de su arma genética.
Porque en sus ovarios, junto a los huevos que habrían de inocular a las orugas,
llevaban <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Cotesia_congregata" target="_blank">células nodriza</a> encargadas de fabricar bracovirus. Esas células ensamblan
a los virus a partir de las instrucciones de su propio ADN de avispa, hoy como
hace unos <a href="http://etumaster.icmv.free.fr/Cours/3.1/Espagne2004Science%20BRACOVIRUS.pdf" target="_blank">70 millones de años</a>, cuando, a finales de la era de los dinosaurios,
comenzó la extraña simbiosis entre estos <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2009/09/parasitoide.html" target="_blank">insectos parasitoides</a> y los
polidnavirus.</span><br />
<br />
<span style="font-family: inherit;">Avispas y
virus forman un dúo difícil de evitar incluso para la oruga de la mariposa
cardenillo (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tomares ballus</i>), a pesar
de que este endemismo del oeste del mediterráneo se desarrolla prácticamente oculto
dentro de las flores de ciertas leguminosas (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Anthyllis, Astragalus, Lotus…</i>) y de que cuenta con la protección de
las hormigas (en este caso, de las <em>Plagiolepis pygmaea</em>). Muchas otras mariposas de su familia, los Licénidos, establecen relaciones con las hormigas. Se sospecha incluso
que la mariposa cardenillo pasa la etapa de crisálida dentro de los
hormigueros, al estilo de la <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Large_Blue" target="_blank">hormiguera de lunares</a>. Lo cual parece cuadrar con
las citas de canibalismo entre las orugas de cardenillo, pues las de la hormiguera de
lunares también son carnívoras al final de su etapa larvaria, cuando se alimentan
de los huevos y larvas de las hormigas que las cuidan. En nuestro ecosistema, a principios de la primavera, es común ver a los cardenillos
revoloteando a nuestro paso, pero en cuanto se posan su librea verdosa los
camufla hasta hacerlos virtualmente invisibles entre la hierba.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: xx-small;"><em></em></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: xx-small;"><em>Ciclo vital de la mariposa cardenillo basado en <a href="http://lepidopteraresearchfoundation.org/journals/28/PDF28/28-112.pdf" target="_blank">Jordano, D. et al. (1989) The life-history of </a></em><a href="http://lepidopteraresearchfoundation.org/journals/28/PDF28/28-112.pdf" target="_blank">Tomares ballus <em>(Fabricius, 1787) (Lepidoptera: Lycaenidae): phenology and host plant use in southern Spain. Journal of Research on the Lepidoptera, 28: 112-122</em></a><em> y en la </em>Guía de las mariposas de España y de Europa<em> (Tolman y Lewington, 2002), de Lynx Edicions.</em></span></span></div>
El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-51563254023620474432013-02-27T11:22:00.001+01:002013-02-27T12:55:44.219+01:00La enorme minoría<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvN9UTPauai-8FhxFYr11eFGyDFEgAQLCyKVtAMx1DmHEDvdfQwd1jIz1yeyCfVE3BCENC-pfYtkqjwzL_ZMm4NXVxvDusGcRROhmpeCZjn_ccZlaDJZpLUU7nuK3tTyDZ6L8dCIrb9xA/s1600/Pasto+con+Erophila.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvN9UTPauai-8FhxFYr11eFGyDFEgAQLCyKVtAMx1DmHEDvdfQwd1jIz1yeyCfVE3BCENC-pfYtkqjwzL_ZMm4NXVxvDusGcRROhmpeCZjn_ccZlaDJZpLUU7nuK3tTyDZ6L8dCIrb9xA/s400/Pasto+con+Erophila.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Una <em><a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2010/03/eterno-retorno.html" target="_blank">Erophila verna</a> </em>en flor perdida en el pastizal.</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
No podemos bañarnos dos veces en el mismo río, pensó Heráclito de Éfeso, porque ni el río ni nosotros somos los mismos la segunda vez. Al fluir sus aguas, el río cambia sin cesar, y sin embargo nada en él cambia. Lo mismo sucede con el pasto, cada año diferente y a la vez siempre igual a sí mismo. Visto a ras de suelo, cualquier pastizal olvidado del mundo se convierte en una jungla diminuta que es para sus habitantes tan vasta como un océano y tan intrincada como un laberinto. Estos caóticos jardines albergan en cada hectárea a millones de plantas y de seres microscópicos, a millares de invertebrados, a todo un microcosmos de vidas innumerables que interaccionan mutuamente y sin cesar. De esta complejidad gigantesca emergen, sin embargo, reglas sencillas. Podemos comprobar una de ellas trazando en el pasto un cuadrado pequeño (pongamos de 30 cm de lado) y contando cuántas hierbas hay de cada especie. Lo normal será que encontremos pocas especies comunes y muchas especies escasas, representadas por un individuo o dos. Esta regla es prácticamente universal en las comunidades naturales, ya sean pastos o arrecifes, plancton o bosques. ¿A qué puede deberse?</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Hay muchas posibles explicaciones donde elegir, ya que los ecólogos llevan décadas no sólo interesados, sino a menudo fascinados casi místicamente por la <a href="http://www.nature.com/scitable/knowledge/library/explaining-general-patterns-in-species-abundance-and-23162842" target="_blank">abundancia relativa de las especies</a>. Lo habitual es representar las abundancias en forma de gráfico, con el eje horizontal indicando el número de individuos y el vertical el número de especies. Cuando se cuenta una gran cantidad de ejemplares (por ejemplo, las hierbas de unos metros cuadrados de pasto), entonces la mayoría de las especies resultan ser más bien escasas, sí, pero muy pocas son extraordinariamente raras. Con lo cual el gráfico suele parecerse bastante a esto:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK2OenFdD0rdxKRMyyARxWSNcr0pgbQBzznYxvy559ya7_GLUhHCXy1_c2IQt0nSDN1GibT6KxRKbi2ulriMApibeB7IhkIRyPJRwI_e0bMsz7NEu_tK8P-u6ApbuwN1K6ByJcOA2fQfg/s1600/Lognormal+can%C3%B3nica.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="280" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK2OenFdD0rdxKRMyyARxWSNcr0pgbQBzznYxvy559ya7_GLUhHCXy1_c2IQt0nSDN1GibT6KxRKbi2ulriMApibeB7IhkIRyPJRwI_e0bMsz7NEu_tK8P-u6ApbuwN1K6ByJcOA2fQfg/s400/Lognormal+can%C3%B3nica.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Este gráfico representa una pieza clave de la historia de la ecología. Las columnas indican el número de especies en cada categoría de abundancia (número de individuos). Esas categorías siguen una escala de "octavas", es decir, cada una duplica a la anterior, por lo que la escala del eje horizontal es logarítmica en base dos. Las columnas dibujan esa forma de campana tan frecuente en estadística, la distribución normal o gaussiana. Pero al estar sobre un eje logarítmico, se trata de una distribución lognormal. Sobre esa "log-campana", la línea roja representa el número total de individuos, de todas las especies a lo largo de cada categoría de abundancia. Por algún motivo, esta línea de individuos suele alcanzar su máximo en la última categoría, cosa que no tendría por qué ocurrir. Pero ocurre, y eso traba la posición de la línea con la de la campana. Conociendo la una, conocemos la otra. Cuando Preston se percató de ello, en <a href="http://www.jstor.org/discover/10.2307/1931976?uid=3737952&uid=2&uid=4&sid=21101870772637" target="_blank">1962</a>, pensó que campana y línea formaban un canon de proporciones, y llamó a la distribución "lognormal canónica". Desde entonces, la lognormal canónica ha hecho correr <a href="http://www.ecotips.com.mx/Bioconservacion/May1988.pdf" target="_blank">ríos de tinta</a>. ¿Es realmente universal? ¿Se ajusta bien a la realidad, o serían mejores otras distribuciones? Aunque algunos <a href="http://poel.io-warnemuende.de/tl_files/scripte/statistikseminar/williamsen_2005_lognormal.pdf" target="_blank">han renegado</a> de ella (por motivos muy discutibles), y otras distribuciones vienen y van con la moda (por ejemplo, la <a href="http://homepages.ed.ac.uk/snee/nee.stone.pdf" target="_blank">multinomial de suma cero</a>), el caso es que la lognormal canónica ha aguantado el tipo bastante bien como aproximación general. ¿A qué se debe esta robustez?</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Lo intrigante no es la curva acampanada, ya que las distribuciones normales y lognormales aparecen por doquier en la naturaleza. Por ejemplo, para que surja una lognormal basta con que la abundancia de cada especie dependa de numerosos factores, cuyo efecto sea multiplicativo y que varíen al azar. Es decir, imaginemos que en nuestro cuadro de pasto la abundancia de una especie cualquiera dependa de su tolerancia al frío, al calor, a la humedad y a la escasez de nutrientes del suelo. Doble de tolerancia al frío, doble de abundancia, y así sucesivamente. Sería de esperar que cada especie variase un poco en estos requisitos. Estas premisas tan razonables bastarían para tener una distribución lognormal de abundancias en cualquier punto del pasto. Por tanto, lo extraño no es la "log-campana", sino que sea canónica. Esta peculiaridad significa que hay alguna condición más se nos escapa. ¿Qué puede ser? <a href="http://ecoplexity.org/files/ecology%20questions%5B1%5D.pdf" target="_blank">Apenas</a> se ha investigado sobre ello. La única posible explicación que conozco es la de Georges Sugihara, quien <a href="http://deepeco.ucsd.edu/~george/publications/80_minimal_community.pdf" target="_blank">propuso</a> en 1980 que el carácter canónico resultaría del siguiente mecanismo, que aquí expongo simplificadamente. Partamos de un cubo cuyo volumen representa el total de individuos que puede contener la comunidad. Las especies se repartirán la abundancia una tras otra, de este modo: la primera especie recibirá una porción al azar del cubo, y esa será su abundancia; la siguiente especie recibirá una porción de lo que quede, al azar, y así sucesivamente. Este división secuencial de lo que Sugihara llamó "espacio de nicho" origina lognormales canónicas. ¿Pero qué significa este reparto en términos naturales, biológicos? Ninguna respuesta parece del todo convincente... ¿Cómo lo interpretaríais vosotros? Por el momento, lo más parecido a un canon de proporciones en ecología permanece envuelto en un velo de misterio.</div>
El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-70971743451979575012013-02-19T20:50:00.002+01:002013-02-27T12:53:15.469+01:002013: una odisea lepidóptera<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcjgF1GwxrFwjvw4SNCC6U2EsBVazLjtccrCDnPbfLLtwKB6hdsBB-iAOYjEgjBZku5GLKT8BaFgCZTm1ZgEtn-BUL-YJKBRCt7L-Z8TbAE7uRBZcvJHh300wp_jhhqdh1Kt4S4EWN03E/s1600/Vanessa+cardui.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcjgF1GwxrFwjvw4SNCC6U2EsBVazLjtccrCDnPbfLLtwKB6hdsBB-iAOYjEgjBZku5GLKT8BaFgCZTm1ZgEtn-BUL-YJKBRCt7L-Z8TbAE7uRBZcvJHh300wp_jhhqdh1Kt4S4EWN03E/s400/Vanessa+cardui.JPG" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Sobrevuelan los romeros, liban algunas flores, incluso en los días más fríos de febrero algunas pueden verse revoloteando a ras de suelo, como surgidas de la nada, pero sus alas desgastadas por el viento atestiguan que son sólo un eslabón más en la odisea que cada año lleva a su especie a emprender la más insólita de las migraciones.</div>
<u></u><br />
<u>El amanecer del viaje</u><br />
<div style="text-align: justify;">
En un planeta azul, perdido en la Vía Láctea, cada traslación alrededor de su estrella amarilla va acompañada de una oleada invisible de vida diminuta que viaja desde los trópicos hacia los polos, un viaje de ida y vuelta de unos 13.000 km realizado por seres tan débiles que no pueden desafiar la fuerza de los vientos que circundan la delgada atmósfera de ese mundo. Estos pequeños animales casi cosmopolitas inician su viaje en las tierras cálidas cercanas al ecuador, en donde se reproducen sin cesar, una generación tras otra, hasta ocho al cabo del año. Pero el latido estacional del planeta cambia cíclicamente la temperatura en las latitudes templadas, lo cual permite a estos seres colonizar territorios más al norte y más al sur del ecuador. Caen allá donde los arrastre el viento, y si encuentran clima favorable y recursos alimenticios entonces rápidamente se reproducen. Pueden poner hasta 500 huevos, y las larvas de la nueva generación, protegidas dentro de tiendas de seda, pronto crecen a costa de consumir apresuradamente la amplia variedad de vida fotosintética que pueden comer. Los adultos, nada más emerger, emprenderán su propio viaje, una etapa más hacia los polos dentro del periplo que sus progenitores habían iniciado. Esta odisea, pues, abarca varias generaciones.</div>
<br />
<u>Radar vertical entomológico (VLR) dirigido hacia el cielo de Chilbolton, Hampshire (Inglaterra)</u><br />
<div style="text-align: justify;">
De abril a junio de 2009, más de 11 millones de insectos del tamaño de una mariposa cardera (<em>Vanessa cardui, </em>ver fotografía) fueron detectados por el radar viajando hacia el norte a una altitud de entre 150 y 1.200 metros sobre el suelo. Su velocidad media respecto al suelo era de unos 50 km/h, lo que significa que las mariposas estaban volando a su velocidad típica, de unos 20 km/h, con viento a favor de aproximadamente 30 km/h a 300 metros de altitud. Estas observaciones coinciden en el tiempo con miles de avistamientos de carderas volando cerca del suelo por todo el oeste de Europa. Se piensa que los insectos detectados por el radar pertenecen a la primera generación de carderas nacidas a principios de la primavera en la región mediterránea. A su vez, esta generación mediterránea descendería de otra nacida en latitudes subtropicales durante el invierno.</div>
<br />
<u>Finlandia, y más allá del círculo polar</u><br />
<div style="text-align: justify;">
En pleno estío, la generación de carderas alcanza su apogeo en las tierras boreales de Europa. Estos descendientes de la generación primaveral que cruzó sobre Hampshire atestiguan cómo una especie tropical, a través de sucesivas generaciones, ha logrado aprovechar incluso los recursos que le ofrece el efímero verano de Escandinavia. ¿Y ahora qué? Más allá del círculo polar les espera la muerte, y más al sur las heladas del invierno europeo acabarían con todos estos viajeros. ¿Es este el final de su odisea, millones de insectos sucumbiendo al frío? Por supuesto que no. En agosto de 2009, los radares VLR de Kerava y Kumpula, en Finlandia, detectan el paso hacia el sur de las mariposas sobre tierra firme y mar, a entre 500 y 700 metros de altitud. La generación más norteña está regresando al territorio que abandonaron sus antepasados en primavera, y allí criarán, junto a sus parientes que no migraron al norte. Originarán a otra generación de carderas en septiembre-octubre, y a su vez estas mariposas tardías viajarán hacia el mediterráneo y el norte de África, en donde todavía tendrán tiempo de producir otra generación más, ya poco populosa, a las puertas mismas del invierno.</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Seis generaciones y 60 grados de latitud después, las carderas habrán regresado al invierno tropical africano, a las tierras en donde nunca dejan de reproducirse. Como cada año de cada siglo, su odisea estará lista para volver a empezar.</div>
<br />
<span style="font-size: xx-small;"><em>Basado enteramente en <a href="http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1600-0587.2012.07738.x/abstract;jsessionid=524C529FC729E478B65619077A85E560.d01t02?systemMessage=Wiley+Online+Library+will+be+disrupted+on+23+February+from+10%3A00-12%3A00+BST+%2805%3A00-07%3A00+EDT%29+for+essential+maintenance&userIsAuthenticated=false&deniedAccessCustomisedMessage=" target="_blank">Stefanescu et al. (2012) </a></em><a href="http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1600-0587.2012.07738.x/abstract;jsessionid=524C529FC729E478B65619077A85E560.d01t02?systemMessage=Wiley+Online+Library+will+be+disrupted+on+23+February+from+10%3A00-12%3A00+BST+%2805%3A00-07%3A00+EDT%29+for+essential+maintenance&userIsAuthenticated=false&deniedAccessCustomisedMessage=" target="_blank">Multi-generational long distance migration of insects: studying the painted lady butterfly in the Western Palaearctic.<em> Ecography 35: 1-14.</em></a></span>El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-69339975004324468682013-01-29T17:47:00.000+01:002013-02-27T12:52:42.887+01:00Capturad al mediano<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOa3Mtqn6PKf0P6fLhWWyjpiBBkBk2e_Xz9ZWF4McaNjaef-x495IRdun7jfbOvhJKDo9rjsvS2-SfevWYXw0__EA1rbfF5wW0FuvQPMs8vj7AkCdl0hRD1mwuc1iglRc_7Ys71XlSk2k/s1600/Lepus+granatensis+-+de+Kingdon.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOa3Mtqn6PKf0P6fLhWWyjpiBBkBk2e_Xz9ZWF4McaNjaef-x495IRdun7jfbOvhJKDo9rjsvS2-SfevWYXw0__EA1rbfF5wW0FuvQPMs8vj7AkCdl0hRD1mwuc1iglRc_7Ys71XlSk2k/s320/Lepus+granatensis+-+de+Kingdon.jpg" width="320" /></a></div>
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Una jauría de lobos no se molesta en perseguir a un ratón por el mismo motivo que una comadreja no se lanza a cazar un venado: el esfuerzo no compensa. Porque un depredador no sobreviviría si se dedicase a malgastar sus fuerzas persiguiendo presas diminutas, que apenas le aportarán calorías, ni atacando a presas tan enormes que difícilmente podrá doblegarlas. Por eso la evolución ha ajustado con precisión las costumbres de los cazadores de manera que cada especie se dedica a presas dentro de una determinada gama de tallas, las que le rendirán buenos beneficios en términos de esfuerzo y resultado. ¿Qué significa esto para las presas? Que las pequeñas tendrán que preocuparse sobre todo de cazadores pequeños, y las grandes de los mayores predadores. En este esquema, las presas medianas son las más perjudicadas, porque interesan tanto a grandes como a pequeños cazadores. Así, los lobos cazan numerosos conejos, y a veces las comadrejas capturan gazapos. Justo en el tamaño del conejo (<em><a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2010/04/jardineria-involuntaria.html" target="_blank">Oryctolagus cuniculus</a></em>) coinciden los fulcros de multitud de palancas depredadoras del matorral mediterráneo. Su pariente, la liebre, también sufre los intereses de la mayoría de carnívoros y rapaces. Estando conejos y liebres en pleno punto de mira, ¿qué pueden hacer para sobrellevar a tanto depredador?</div>
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Los conejos han optado por la estrategia de sustituir sus bajas rápidamente, y para ello cuentan con una fecundidad proverbial. Prueba de ello son las frecuentes plagas de conejos tanto dentro como fuera de la región mediterránea, graves hasta tal punto que los antiguos habitantes de Mallorca pidieron ayuda incluso a las legiones romanas para que los librasen de una marea de conejos que arrasaba la isla. Por su parte, la liebre ha tomado otro camino, se ha tornado en maestra de la defensa en forma de huida, y la evolución ha llevado al límite su anatomía en aras de la velocidad y el quiebro. Así, la liebre europea (<em>Lepus europaeus</em>) alcanza <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/European_hare" target="_blank">56 km/h</a> en campo abierto, y su columna vertebral increíblemente flexible le otorga una portentosa capacidad para el regate. Sus músculos están <a href="http://www.nrcresearchpress.com/doi/abs/10.1139/z84-313#.UQf6vh0malg" target="_blank">especialmente preparados</a> para los esfuerzos súbitos de la carrera, ya que contienen mucha mioglobina, una proteína que almacena oxígeno y tiñe de rojo oscuro la carne de liebre. Su corazón es <a href="http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/0300962983904413" target="_blank">enorme</a>, representa el 1.8% del peso corporal, frente al 0.3% del conejo. Con la proporción de una liebre, el corazón de un hombre de 80 kg pesaría casi kilo y medio, unas cinco veces más de lo normal. Nuestra liebre ibérica (<em>Lepus granatensis, </em>ver dibujo), por supuesto, muestra adaptaciones muy similares a la europea.</div>
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Liebres y conejos ejemplifican las múltiples soluciones que puede dar la evolución ante un mismo problema. ¿Por qué esta divergencia? ¿Tal vez porque los conejos son más propensos a ser fecundos, por construir madrigueras donde crían a salvo? ¿Quizás la mayor vulnerabilidad de los lebratos hizo de la liebre la arcilla adecuada para que la evolución modelase a un velocista extremo? Sea cual sea la respuesta, la evolución de una de estas tácticas puede cambiar todo el ecosistema. Porque, si los conejos no fuesen tan prolíficos, seguramente no habrían evolucionado los grandes especialistas en su captura, es decir, el lince ibérico y el águila imperial, emblemas de la fauna ibérica. Los ancestros del conejo empezaron a excavar madrigueras para criar, ¿fue eso fue la primera ficha de dominó cuya caída se tradujo, al cabo de millones de años, en el origen de nuestro lince ibérico? Sería otro caso más en el que una mezcla de casualidad y ecología marcase el rumbo de la historia de la evolución.<br />
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<span style="font-size: xx-small;"><em>Más sobre plagas de conejo en </em>Species diversity in space and time, <em>de Michael Rosenzweig (1995),</em></span></div>
El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-3890937197098810422013-01-12T13:39:00.001+01:002013-02-27T12:52:25.406+01:00El invierno de los de antes<div style="text-align: justify;">
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimrANcD_zu5_aezCtDfpfXmLDxbHmGvtAyLo2Kxdcrp_EZPB9GV4ciZTB7RHT-Uu_ZFIP6pyskZoZEJHPIrpiHWkQM-ilAtqV03W-oVGZrbS5JOQBaiXbClj6nkHvb_CQLtWbJ5gRUPf8/s1600/Machilis.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="202" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimrANcD_zu5_aezCtDfpfXmLDxbHmGvtAyLo2Kxdcrp_EZPB9GV4ciZTB7RHT-Uu_ZFIP6pyskZoZEJHPIrpiHWkQM-ilAtqV03W-oVGZrbS5JOQBaiXbClj6nkHvb_CQLtWbJ5gRUPf8/s400/Machilis.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Un pececillo de cobre, posiblemente del género <em>Machilis</em>.</td></tr>
</tbody></table>
En las vastas soledades de hielo de la Antártida, más allá de un océano gélido, en los confines australes del planeta, el mayor animal terrestre que existe es... un mosquito. <em><a href="http://www.units.muohio.edu/cryolab/education/antarcticbestiary_terrestrial.htm" target="_blank">Belgica antarctica</a> </em>pertenece a un <a href="http://link.springer.com/article/10.1007%2Fs00300-005-0056-7?LI=true" target="_blank">antiguo linaje</a> que se separó de los demás mosquitos quironómidos hace unos 68 millones de años, al final de la era de los dinosaurios. A su vez, los mosquitos resultan ser el grupo más primitivo dentro del orden de los <a href="http://www.inhs.uiuc.edu/research/FLYTREE/flyphylogeny.html" target="_blank">Dípteros</a> (moscas y mosquitos). ¿Será casualidad esta conexión entre frío y antigüedad? Intentemos averiguarlo en esta entrada, y para eso empecemos fijándonos en qué clase de animales se aventuran a exponerse a los elementos durante estos días de escarcha y niebla en nuestro matorral mediterráneo.</div>
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Los más visibles de esos animales son las aves, que resisten muy bien el frío y las inclemencias gracias a su sangre caliente y a su plumaje impermeable. La mayoría de estas aves invernales son pequeños pájaros (Paseriformes), cuyo origen evolutivo es <a href="http://webhost.ua.ac.be/funmorph/raoul/fylsyst/Hackett2008.pdf" target="_blank">bastante reciente</a>. Así que sumemos un punto en contra para la conexión frío-antigüedad. Pero, ¿qué hay de los invertebrados? Ahora llegan dos puntos para esa conexión, porque los únicos que a lo largo de estos años he alcanzado a descubrir mientras pululaban sobre el suelo de nuestro monte tras las heladas son algunos de los invertebrados de linaje más antiguo del paraje. Los menos escasos resultan ser los <a href="http://www.flickr.com/photos/jenniferschlick/2127408418/" target="_blank">opiliones</a>, esos zanquilargos arácnidos que se separaron <a href="http://tolweb.org/Arachnida" target="_blank">los primeros</a> de la estirpe que originó a los escorpiones y solífugos. Cuando asoma el sol y la escarcha se derrite, algunos diminutos opiliones, de varias especies, salen de entre las grietas de las rocas y pasean, majestuosos a su manera, sobre sus larguísimas patas, con un aire que siempre me recuerda a los <a href="http://www.cientec.or.cr/lacienciaenelcine/uploaded_images/War-of-the-worlds-tripod-776509.jpg" target="_blank">trípodes</a> de los marcianos en <em>La Guerra de los Mundos</em>. De igual manera se mueven los opiliones incluso sobre las nieves alpinas, en donde se cuentan entre los poquísimos invertebrados capaces de sobrevivir, un nuevo indicio de que están especialmente bien adaptados al frío. Junto a ellos, en nuestro monte puede corretear el otro protagonista del invierno de los invertebrados, el extrañísimo pececillo de cobre, miembro del orden más remoto de entre todos los insectos actuales, el de los <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Archaeognatha" target="_blank">Arqueognatos</a>. Estos insectos primitivos, de aspecto rugoso y un tanto antediluviano, saltan como si fueran colémbolos, pero tienen tres colas al estilo de los pececillos de plata; comen <em>detritus </em>y prefieren vivir en sitios húmedos, muchos incluso en las orillas, como si todavía recordasen <a href="http://www.erin.utoronto.ca/~w3bio319/InsectOriginsFromCrust.pdf" target="_blank">su origen</a> a partir de crustáceos acuáticos.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimrANcD_zu5_aezCtDfpfXmLDxbHmGvtAyLo2Kxdcrp_EZPB9GV4ciZTB7RHT-Uu_ZFIP6pyskZoZEJHPIrpiHWkQM-ilAtqV03W-oVGZrbS5JOQBaiXbClj6nkHvb_CQLtWbJ5gRUPf8/s1600/Machilis.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"></a><br /></div>
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En resumen, en lo más frío del invierno permanecen activos en nuestro monte un grupo de vertebrados más bien moderno y dos grupos de invertebrados muy antiguos. Sumemos a esto el caso del mosquito antártico, y ya tenemos un 1 a 3 a favor de la conexión frío-antigüedad. Por supuesto, con este resultado tan corto no se puede asegurar que esa conexión sea una norma en la naturaleza, pero queda abierta la posibilidad de que lo sea. ¿Y si lo fuese? ¿Por qué los grupos más antiguos de seres vivos habrían de ser más propicios a tener especies adaptadas al frío? Tal vez porque adaptarse al frío es de por sí difícil para cualquier organismo, pues las células se rompen cuando se congelan, atravesadas por agujas microscópicas de hielo. La evolución necesitará tiempo para dar con la solución a este problema, y lo hará a base de generaciones y generaciones "probando" diversas mutaciones. Cuanto más tiempo le demos, más fácil será que dé con la solución. Según esto, lo lógico sería que los organismos adaptados al frío surgieran precisamente en los linajes más antiguos, ya que la evolución ha tenido en ellos tiempo suficiente para producir las adaptaciones necesarias. Este proceso sería válido sobre todo en seres de sangre fría, como la mayoría de los invertebrados, ya que los animales de sangre caliente están de por sí mejor adaptados al clima frío. Por eso, quizás, los mamíferos del ártico, como el oso polar, son <a href="http://noss.cos.ucf.edu/papers/Weir%20and%20Schluter%202007.pdf" target="_blank">más bien modernos</a> que antiguos: sus antepasados estaban preadaptados para que la evolución los moldease con más facilidad ajustándolos al frío polar. A falta de conclusiones definitivas, quedémonos con que el invierno hace de nuestra fauna de invertebrados una colección de especies más primitiva que nunca. O dicho de otro modo, de "los de antes" es el invierno.</div>
El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-76787427889837681032012-12-13T11:45:00.000+01:002013-02-27T12:52:04.665+01:00El inquilino acorazado<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgY8PmQInb7_8oXqsyN2Xlgs2F8ZbX9pweY_XpPChRtAJPpc-3B4GqrTj1Fah8a0j1j5pdFjTMUxicGdhaFzwl3rT3RGLmtbqAMQKHR-cif2KPxZdRoBTKZV2Vd3RCEjkBjuCCbKzJhE0U/s1600/Larva+cl%C3%ADtrido+y+hormigas.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="291" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgY8PmQInb7_8oXqsyN2Xlgs2F8ZbX9pweY_XpPChRtAJPpc-3B4GqrTj1Fah8a0j1j5pdFjTMUxicGdhaFzwl3rT3RGLmtbqAMQKHR-cif2KPxZdRoBTKZV2Vd3RCEjkBjuCCbKzJhE0U/s400/Larva+cl%C3%ADtrido+y+hormigas.JPG" width="400" /></a></div>
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Ciertas avispas jurásicas comenzaron a excavar galerías subterráneas, y en su mundo de laberintos oscuros perdieron las alas, se organizaron como una sociedad de castas al mando de una reina, y hoy llamamos hormigas a sus lejanos descendientes. Las hormigas crearon un nuevo hábitat, el de sus hormigueros, un ambiente protegido, abastecido de provisiones y amortiguado respecto al frío y al calor del exterior. Algunos invertebrados supieron aprovechar las ventajas de este nuevo mundo, se convirtieron en las “mascotas” de las hormigas, como veíamos en una <a href="http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&frm=1&source=web&cd=1&ved=0CEIQFjAA&url=http%3A%2F%2Fnaturalista12.blogspot.com%2F2009%2F12%2Fmascotas-subterraneas_07.html&ei=_7DJUPrGD8u6hAeW54CYCw&usg=AFQjCNGustRYwPYc_H6rlEo2Q9kVHG73fg&sig2=teJy6b7ZHmYL2YjB3i_CQg&bvm=bv.1355272958,d.d2k" target="_blank">entrada anterior</a>. En estos días de frío, bajo la escarcha, en lo profundo de los túneles, deambulan entre la masa de hormigas en movimiento unos inquilinos mucho más extraños y fuertes que la indefensa cochinilla de la humedad.</div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
Podemos encontrar a estos insólitos comensales al levantar una roca y dejar al descubierto los intrincados pasadizos del hormiguero, pero resulta fácil pasarlos por alto, pues en ese momento sólo nos parecerán grumos de tierra, o como mucho conchas vacías y estropeadas de algún caracol. Pero una vez me entretuve lo bastante ante la piedra levantada como para que uno de esos grumos cobrase vida. De pronto, unas patas asomaron del pequeño estuche terroso, revelando que era en realidad el habitáculo de una larva de escarabajo. Durante más de un año, la naturaleza de esa larva fue para mí un misterio. Hasta que, leyendo por casualidad en una guía de campo, di con la respuesta.</div>
<div style="text-align: justify;">
Como pude confirmar, era una larva de escarabajo clítrido<em>,</em> seguramente del género <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="http://www.google.es/imgres?um=1&hl=es&sa=N&tbo=d&biw=1360&bih=643&tbm=isch&tbnid=YztMfAK2akpGuM:&imgrefurl=http://www.biodiversidadvirtual.org/insectarium/Lachnaia-sp-img55443.html&docid=X7-oA5ZoA95jCM&itg=1&imgurl=http://www.biodiversidadvirtual.org/insectarium/data/media/4240/Lachnaia_sp_55443.2.jpg&w=400&h=300&ei=JLHJUPO6I8qctAaj_wE&zoom=1&iact=hc&vpx=895&vpy=123&dur=2269&hovh=194&hovw=259&tx=125&ty=98&sig=103667271277038449294&page=1&tbnh=136&tbnw=188&start=0&ndsp=21&ved=1t:429,r:5,s:0,i:98" target="_blank">Lachnaia</a>, </i>o <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="http://www.google.es/imgres?um=1&hl=es&sa=N&tbo=d&biw=1360&bih=643&tbm=isch&tbnid=wdNeRjIR0P58eM:&imgrefurl=http://www.biodiversidadvirtual.org/insectarium/Clytra-espanoli-img39108.html&docid=_7V-LflJyyay9M&itg=1&imgurl=http://www.biodiversidadvirtual.org/insectarium/data/media/20382/Clytra_espanoli_39108.2.jpg&w=400&h=267&ei=TrHJUMu3NM7KsgaInoFw&zoom=1&iact=hc&vpx=573&vpy=285&dur=2414&hovh=183&hovw=275&tx=166&ty=112&sig=103667271277038449294&page=1&tbnh=140&tbnw=200&start=0&ndsp=20&ved=1t:429,r:10,s:0,i:113" target="_blank">Clytra</a></i>, un insecto que pasaba su estadío juvenil errando a ciegas por el dédalo de un hormiguero. Se alimenta, creemos, de los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">detritus </i>que va encontrándose por los pasadizos. Se protege de las belicosas hormigas fabricándose ese estuche terroso a base de sus propios excrementos, una funda que crece al ir creciendo el gusano que la construye. Ante el inquisidor contacto de las antenas de una hormiga, la larva de clítrido se refugia velozmente en el estuche, taponando la entrada con la dura placa esclerotizada que escuda su cabeza. De este modo logra sobrevivir entre la marea de obreras dispuestas a eliminar a cualquier intruso en su colonia. Y cuando finalmente la larva se convierte en crisálida, suele hacerlo bajo una roca, cerca del exterior, facilitando así el escape al escarabajo adulto.</div>
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Un peligro más letal que la horda de hormigas acecha a esta larva acorazada. Lo vi en una sola ocasión en trece años, o quizás no, no estoy seguro. Sólo sé que una vez, al levantar una roca, observé atónito, entre las hormigas, a una hormiga de terciopelo, una de esas avispas vellosas, rojinegras y sin alas. Este intruso avanzaba sin ninguna preocupación aparente junto a las hormigas, lo cual me extrañó porque normalmente los insectos huyen de ellas. Más tarde averigüé que una especie de hormiga de terciopelo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="http://www.landesmuseum.at/pdf_frei_remote/LBB_0037_2_1505-1543.pdf" target="_blank">Physetopoda halensis</a></i>, se desarrolla parasitando larvas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Clytra</i> dentro de los hormigueros. Tal vez sorprendí a una de estas especialistas extremas buscando a su víctima, no puedo confirmarlo.</div>
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En cualquier caso, existe una avispa de terciopelo que crece devorando a un gusano acorazado, que a su vez vive como comensal de unas avispas subterráneas… Sumemos una extravagancia evolutiva más a la larga lista de rarezas vivientes del matorral mediterráneo.</div>
El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-31266711679054171052012-11-14T14:11:00.001+01:002013-02-27T12:51:33.688+01:00Delicioso parásito<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQ3yH8gM4vPCAzBW0nvaKTTjGiEfjEA4S4AXhrQJhJwLNJxDztZkEc1iMYvkEArt6-zncV7kEi8JIMgSj9UCZryw4yhQiB0dxa9-RUiBMwEvkmA8uShx04m448mZox0vuW-lOMejoZfK4/s1600/Pleurotus+ostreatus-grafito.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="252" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQ3yH8gM4vPCAzBW0nvaKTTjGiEfjEA4S4AXhrQJhJwLNJxDztZkEc1iMYvkEArt6-zncV7kEi8JIMgSj9UCZryw4yhQiB0dxa9-RUiBMwEvkmA8uShx04m448mZox0vuW-lOMejoZfK4/s400/Pleurotus+ostreatus-grafito.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Llegó el tiempo de la seta de cardo, y cada mañana los seteros que recorren las alfombras verdes de hierba recién nacida bajo la niebla son la pieza final de una larga y extravagante historia de evolución. Remontémonos unos 800 millones de años hacia el pasado; por entonces, la tierra firme era todavía un desierto solamente habitado por microbios y por <a href="http://www.sciencemag.org/content/293/5532/1129.short" target="_blank">algunos hongos</a> que vivían de descomponer los escasos restos que dejaban las algas del verdín sobre la roca y el suelo. Miles de siglos después, hace unos 450 millones de años, ya había primitivas plantas creciendo junto al agua, erguidas gracias a la rigidez que les otorgaba una sustancia especial de sus células: la lignina, esa filigrana de anillos de átomos de carbono que hoy todavía sigue dando su consistencia a la madera. Al extenderse las plantas sobre tierra firme, la lignina se tornó abundante como residuo vegetal, y los hongos no desaprovecharon la oportunidad de alimentarse de ella. Desarrollaron eficaces sistemas moleculares para digerir la lignina, y hasta tal punto llegó la avidez de algunos hongos por la materia vegetal que empezaron a consumir a las plantas todavía vivas. Entre estos parásitos se cuenta nuestra seta de cardo, que vive a costa de ir pudriendo las raíces de ciertas hierbas de la familia Umbelíferas - no confundir con la versión cultivada, la falsa seta de cardo de la madera (<em>Pleurotus ostreatus</em>), de sabor muy inferior y que crece en los tocones formando parte de los hongos de la llamada "podredumbre blanca" de la madera.</div>
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Bajo lo que conocemos por seta de cardo (la de monte) se esconde un complejo <a href="http://mic.sgmjournals.org/content/147/11/3183.full" target="_blank">grupo de especies</a> y variedades de hongos cuyo aspecto y sabor resultan virtualmente idénticos. La diferencia radica en que cada variante de la seta de cardo se ha especializado en parasitar cierto tipo de umbelíferas de su área nativa de distribución, que es la cuenca mediterránea y sus alrededores. Así, <em>Pleurotus ferulae </em>infecta las raíces de la vistosa <em><a href="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/58/Ferula_communis03.jpg" target="_blank">Ferula communis</a>, </em>mientras que <em>Pleurotus eryingii </em>hace lo propio con las del cardo corredor o setero (<em>Eryingium campestre</em>). Bajo tierra, esta seta despliega los filamentos algodonosos de su micelio, una pelusa viviente que va segregando enzimas digestivas llamadas lacasas, las cuales poco a poco hidrolizan la lignina de las raíces del cardo setero. Muchos cardos sucumben ante la infección por parte del hongo, que sería por tanto un parásito letal, un parasitoide. Pero otros cardos seteros resisten de algún modo, y estos supervivientes experimentan un misterioso cambio de sexo. Al parecer, ciertas sustancias que produce el hongo esterilizan la parte masculina (polen) de la planta. El cardo pasa así a convertirse en una planta hembra, a efectos prácticos, ya que sólo serán fértiles los óvulos de sus flores. En esto la seta de cardo recuerda a la bacteria <em>Wolbachia, </em>que vive dentro de numerosos insectos a los que convierte en hembras.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Pero parece ser que las <a href="http://www.cabdirect.org/abstracts/19922325069.html;jsessionid=04F465B3EA2FA8E4F5C7B2BDA3142523" target="_blank">consecuencias</a> de esta transmutación no son del todo perjudiciales para los cardos seteros. Pensemos que, en un terreno de setas ("rodal"), los cardos feminizados no podrán reproducirse entre sí, con lo cual el polen que los fecundará forzosamente será de plantas de otros terrenos sin <em>Pleurotus, </em>terrenos que estarán relativamente lejanos y que por tanto seguramente tendrán cardos con variedades diferentes de ciertos genes. De este modo, los hongos están favoreciendo una saludable mezcla genética entre diferentes poblaciones de cardos seteros. Tal vez así facilitan la persistencia de las poblaciones de estas plantas, lo cual suena lógico porque dependen totalmente de ellas. ¿Acaso está convirtiéndose la seta de cardo en un extraño simbionte de su hospedador? Los indicios apuntan a que las diferentes especies y variedades de setas de cardo han evolucionado recientemente adaptándose a distintas plantas a lo largo de la zona mediterránea y alrededores, de modo que la coevolución planta-hongo no ha hecho más que empezar en este caso. ¿Qué derroteros seguirá la historia de la seta de cardo en un futuro lejano? ¿Se convertirá en un simbionte integrado dentro de los tejidos vegetales del cardo setero, como ejemplifican los numerosos <a href="http://ag.arizona.edu/mycoherb/arnoldlab/Rodriguez.pdf" target="_blank">hongos endofíticos</a> que se conocen? Quién sabe...</div>
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<span style="font-size: xx-small;"><em>Por su capacidad de romper la lignina, los </em>Pleurotus <em>y otros hongos de la podredumbre blanca de la madera podrían ser útiles para descontaminar terrenos polucionados con hidrocarburos aromáticos policíclicos.</em></span></div>
El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-53790159206683436582012-09-16T21:22:00.001+02:002012-09-16T21:32:11.113+02:00Daños colaterales<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGg09_BRD5dLrb5A12dLUABgnyTlfQPTT92aq2xD9nL3yEmsxO0RiiMYqtUN4NHNLWCi6TqMQLMbCa_ce_iidvIE_nylXFOr5IYTUwA3VLRusZ6IaSbRqOfcOPQiZDwPnMqzcI_N4E1RM/s1600/Timon+lepidus.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="310" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGg09_BRD5dLrb5A12dLUABgnyTlfQPTT92aq2xD9nL3yEmsxO0RiiMYqtUN4NHNLWCi6TqMQLMbCa_ce_iidvIE_nylXFOr5IYTUwA3VLRusZ6IaSbRqOfcOPQiZDwPnMqzcI_N4E1RM/s400/Timon+lepidus.jpg" width="400" /></a></div>
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Hacia esta época del año nacen los lagartos ocelados, para muchos los reptiles más vistosos del continente. Ven su primera luz bajo el aspecto de pequeñas lagartijas de cabeza grande y ocelos blancos, pero cuando crezcan, si los respetan sus numerosos enemigos (coches incluidos), podrán alcanzar las tallas que hacen de esta especie, <em>Timon lepidus, </em>el mayor lagarto de Europa. Hay citas de lagartos de hasta 70 cm de longitud, y este tamaño le garantiza dos cosas. Lo primero, haber sido consumido por el hombre, costumbre más bien folclórica y típica que lo fue del norte de Extremadura. Lo segundo, ser tenido por peligroso (lo sea o no), lo que le ha dado un aura de leyenda negra. Se dice que el lagarto persigue a las mujeres menstruantes por el campo, y que come tantos huevos que diezma las poblaciones de perdiz.</div>
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Su fama de destructor de huevos es completamente exagerada: estamos ante uno de los reptiles ibéricos cuya dieta se ha estudiado mejor, y los datos dejan claro su régimen mayoritariamente insectívoro. Cuando los huevos de ave están presentes en su menú, es sólo de manera esporádica, por lo que resulta difícil de creer que afecten a la dinámica poblacional de la perdiz. Del mismo modo, resulta anecdótica su captura de gazapos y de otros vertebrados, que suponen sólo alrededor del 1% de la dieta, y sólo están al alcance de los lagartos más grandes. A pesar de ello, en los años 1970 las batidas de lagartos eran habituales en muchos cotos, y todavía hoy se les pone veneno o se abaten, en un ejemplo más de esa miopía ecológica orgullosa de sí misma que todavía campea por lo más recalcitrante de nuestro acervo popular. Porque los lagartos son presas frecuentes de la mayoría de las rapaces y carnívoros, con lo cual, al eliminar al lagarto, se favorece que esos depredadores se dediquen más al conejo y a la perdiz. Lo cual podría hacer que se pierdan más piezas de caza de las que restarían todos los lagartos juntos.</div>
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Aparte de la antipatía generalizada que despierta entre los cazadores, este soberbio y hermoso reptil, endémico del oeste de la cuenca mediterránea, afronta otros muchos problemas que le han valido el ser catalogado a escala mundial como "Casi Amenazado", según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, 2008). La intensificación de la agricultura le viene mal al lagarto, que no prospera en los monocultivos cerealistas faltos de refugio y sobrados de insecticidas. En la llanura de La Crau, en la Provenza, los lagartos ocelados abundaban hasta que en 1995 las ovejas empezaron a ser tratadas con un producto químico para eliminar gusanos parásitos. Este vermicida mejoró la salud de las ovejas pero volvió sus excrementos tóxicos para los escarabajos estercoleros, una de las presas favoritas del lagarto ocelado. Para 1997, estos escarabajos casi habían desaparecido de algunas parcelas, y en una de ellas, que en 1993 albergaba 225 lagartos, sólo quedaban dos. Hoy los lagartos se consideran casi extinguidos en La Crau.</div>
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Efectos indirectos como el de este caso seguramente se esconden tras el declive de muchas otras especies. Recuerdo la insólita escena veraniega de un gran lagarto ocelado corriendo sobre sus patas traseras, como un pequeño dinosaurio, a través de un claro de nuestro ecosistema. Antes pensaba que los lagartos estaban más o menos a salvo en esta crisis de biodiversidad. No sabía que nuestro modo de vida puede poner en jaque a las especies más cotidianas a través de engranajes ecológicos tan inesperados como, por desgracia, efectivos.</div>
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<em><span style="font-size: xx-small;">Información tomada de la excelente <a href="http://www.vertebradosibericos.org/reptiles/pdf/timlep.pdf" target="_blank">monografía</a> sobre el lagarto ocelado de José A. Mateo (2009) en la Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles.</span></em></div>
El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-27522709343376190592012-08-27T12:54:00.001+02:002012-08-27T13:04:26.118+02:00Cómo sobrevivir a la sequía<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmNrzGApBis5KyzzeHWWNhfIfjns14Jnmb_ZzzC0NmOn-vkw9cGTw4MPYc3DcqykrpgovY-qqJlxoIHEih0u7_3gryjFZeXcykOjxJmyHmrPiRLOkjSTFSSitW52lspWpGkaMrBf3WOqs/s1600/Hojas+de+romero.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmNrzGApBis5KyzzeHWWNhfIfjns14Jnmb_ZzzC0NmOn-vkw9cGTw4MPYc3DcqykrpgovY-qqJlxoIHEih0u7_3gryjFZeXcykOjxJmyHmrPiRLOkjSTFSSitW52lspWpGkaMrBf3WOqs/s400/Hojas+de+romero.JPG" width="266" /></a></div>
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El viento que antes batía sobre las dunas del Sahara descendió este verano sobre la Península Ibérica para convertirla en una extensión meteorológica del desierto. En nuestro ecosistema, las frecuentes olas de calor desde finales de junio han llevado al límite la capacidad de supervivencia de muchas especies. Los tomillos, paradigma de planta resistente, están más secos de lo que nunca he visto, aunque todavía conservan algunas hojas medio verdosas entre la sombra de la base de sus diminutos tallos. Incluso los romeros (<em>Rosmarinus officinalis</em>) amarillean, a pesar de que su mayor tamaño les da ventaja frente a la sequía, pues les permite desarrollar unas raíces más profundas, que acceden a zonas del suelo que permanecen húmedas más tiempo. Nunca deja de asombrarme que estas plantas de la familia Labiadas sobrevivan a los días de fuego en que el aire parece quemar y la calima desdibuja los contornos del paisaje. ¿Cómo lo consiguen? Cuentan con la protección de sus aceites esenciales, esas sustancias aromáticas que recubren sus hojas como un barniz que reduce la pérdida de agua. También frenan la desecación gracias a las fuertes cutículas de las hojas, a la protección del vello del envés, y resguardando bien los poros (estomas) con que la planta intercambia gases. Pero todo eso no basta; lo demuestran las hojas secas que se acumulan día tras día en las ramas fragantes de ambos arbustos. La propia planta <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2011/11/la-extrana-resurreccion-del-tomillo.html" target="_blank">las deja morir</a>, cortándoles el suministro de savia, sacrificándolas para evitar perder demasiada agua a través de ellas.</div>
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Aun así, las hojas que la planta "decide" conservar vivas en verano todavía habrán de afrontar serios peligros de deshidratación. Para economizar al máximo la necesidad de agua, dentro de las células de las hojas del romero la actividad fotosintética <a href="http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0367253004700985" target="_blank">se ralentiza</a>, las paredes celulares <a href="http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1055/s-2006-924488/abstract" target="_blank">se refuerzan</a> y se acumulan sustancias de reserva. Lo peor han de soportarlo las hojas altas, las que apenas reciben sombra de otras ramas; en ellas podemos ver ahora una curiosa disposición, la que muestra la fotografía. Cuando noté por primera vez estas hojas giradas en vertical, pensé que era el preludio de que se secarían, idea que abandoné al ver hojas secas pero perfectamente horizontales más abajo, en la misma rama. ¿Acaso el romero estaba pivotando sus hojas más altas para salvarlas del sol? Tras buscar información, creo que esa es la respuesta. Lo hacen <a href="http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1146609X99800113" target="_blank">otros arbustos</a> mediterráneos que también pierden algunas hojas en verano, en concreto algunas jaras (<em>Cistus</em>): orientan sus hojas en un ángulo muy vertical para que reciban menos insolación, con lo cual evitan no sólo que se deshidraten, sino los daños que causa la intensa radiación ultravioleta del sol en los delicados sistemas fotosintéticos (esto es, la <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Photoinhibition" target="_blank">fotoinhibición</a>).</div>
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Por estos trucos de supervivencia tan sutiles podemos imaginarnos hasta qué punto peligran las plantas en el verano mediterráneo. No perdamos de vista que son la respuesta a unas condiciones verdaderamente duras, a una meteorología propia de un desierto subtropical. Si el resto del año siguiera la tónica seca y cálida del verano mediterráneo, a la larga desaparecería nuestro monte y lo sustituiría la desolación. La realidad indiscutible del calentamiento global durante el siglo XX sugiere que, de ir en alguna dirección, vamos en esa. Y la presencia de más dióxido de carbono en la atmósfera de lo que ha habido en los últimos <a href="http://dancingflames.org/dancingflames/EnvSci/Articles/EnvScipdffiles/GlobalCarbonCycle2000.pdf" target="_blank">400.000 años</a> apunta claramente a que la causa directa de ese aumento de temperatura es la quema de combustibles fósiles. Y en contra de cualquier principio de prudencia, seguimos emitiendo gases de invernadero, y al hacerlo no sólo jugamos con el clima del futuro, sino también con las fuerzas y los ritmos que han modelado el patrimonio de la biodiversidad que nos rodea.</div>
El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-62044753159862528772012-08-09T13:46:00.001+02:002012-08-09T18:15:25.676+02:00El delfín de los eriales<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEix8Dd_YT82tqcLsMAiJzKgx5Ha7XT1Qq1kC0d6VekSdeR_QRjDGUNL5cbJ3ypixVrc6ffGU_fh8LSUhSvXagypAQZDb7kPgfqf_FbO1b-S6Cl5R0LSJlyFO0DcOhrzFyz2jPD0Z6F_rQs/s1600/Delphinium+gracile.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEix8Dd_YT82tqcLsMAiJzKgx5Ha7XT1Qq1kC0d6VekSdeR_QRjDGUNL5cbJ3ypixVrc6ffGU_fh8LSUhSvXagypAQZDb7kPgfqf_FbO1b-S6Cl5R0LSJlyFO0DcOhrzFyz2jPD0Z6F_rQs/s400/Delphinium+gracile.JPG" width="266" /></a></div>
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Ocurrió hace unos 5 millones de años. El <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2011/09/hijos-de-la-antartida.html" target="_blank">deterioro del clima</a> traía nuevos retos para la vida en la cuenca mediterránea. Entre sus millares de tipos de plantas, pugnaba por sobrevivir un linaje de pequeñas hierbas llegadas hacía pocos millones de años desde más allá de los confines orientales del mar. Por sus flores amoratadas, con forma de espolón, hoy las llamamos espuelas de caballero, y por su lejana semejanza con un delfín, bajo cierto punto de vista, se clasifican dentro del género y subgénero <em>Delphinium. </em>En estas espuelas se repitió la misma historia que en tantas otras plantas de la región: formaron poblaciones que ocupaban una llanura entera, una cordillera, una península... poblaciones que se quedaron relativamente aisladas entre sí durante algún tiempo, seguramente por las vicisitudes de la geografía y del clima. Estas poblaciones aisladas iban evolucionando por separado, y, al no mezclarse entre sí, se diferenciaban cada vez más, hasta que eventualmente se convirtieron en especies distintas. Así, a través del aislamiento geográfico, suelen originarse las especies (<a href="http://hmsc.oregonstate.edu/HsO/PDF/Barraclough_Vogler2000.pdf" target="_blank">especiación alopátrica</a>). Y así es como debió de surgir la espuela de caballero de nuestro ecosistema, <em>Delphinium gracile, </em>una hierba exclusiva de la Península Ibérica y del norte de África, uno de tantos endemismos que hacen de los territorios de clima mediterráneo un caleidoscopio de <a href="http://www.csun.edu/~sd51881/readings/Cowling.pdf" target="_blank">diversidad florística</a> sólo comparable con los trópicos.</div>
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Nuestra flor-delfín parece frágil entre los eriales dorados y áridos que habita, su tallo es tan débil que se comba cuando se posa a libarla uno de los abejorros que, se cree, son sus principales polinizadores. Se diría que la planta está ocultando con su aspecto las temibles armas químicas que contiene. Porque este <em>Delphinium </em>está repleto de <a href="http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/14786410701536437" target="_blank">toxinas</a> cuyo efecto aún no se conoce bien, aunque sí se sabe que su estructura química es muy similar a la de la <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Methyllycaconitine" target="_blank">metilaconitina</a> (MLA), un alcaloide presente en otras hierbas del mismo género, con propiedades paralizantes al estilo del curare, pues bloquea la contracción muscular (del músculo esquelético, en este caso) y puede llegar a causar la muerte. Con semejante defensa, resulta más fácil de entender que las espuelas de caballero se vean casi siempre intactas en pleno verano, cuando apenas quedan plantas verdes y por tanto deberían de ser muy apetecidas por los insectos herbívoros y por el ganado. Dado que otros <em>Delphinium </em>han provocado envenenamientos de ganado, no me extrañaría en absoluto que los animales evitasen estas hierbas. Y como suele ocurrir con las plantas peligrosas, las espuelas de caballero han tenido ciertos usos medicinales en el pasado, aunque la fiabilidad de algunos de ellos parece tan dudosa como la creencia de que ayudan a combatir la picadura del escorpión o de que alejan de los establos a las brujas, en Transilvania.</div>
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<span style="font-size: xx-small;"><em>La cronología de la evolución de las espuelas de caballero procede de </em></span><a href="http://www.umsl.edu/~renners/Jabbour_Consolida_Aconitella_Taxon2011.pdf" target="_blank"><span style="font-size: xx-small;"><em>este artículo</em></span></a><span style="font-size: xx-small;"><em>, y las referencias sobre los usos figuran </em></span><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Delphinium" target="_blank"><span style="font-size: xx-small;"><em>aquí</em></span></a><span style="font-size: xx-small;"><em>. Planta identificada con la </em></span><a href="http://jolube.wordpress.com/2009/09/22/flora-vascular-de-andalucia-oriental/" target="_blank"><span style="font-size: xx-small;"><em>Flora Vascular de Andalucía Oriental</em></span></a><span style="font-size: xx-small;"><em>.</em></span></div>El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-30220453118677814022012-07-22T12:49:00.001+02:002012-08-09T13:49:02.021+02:00La avispa mamut<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrL_kJsy6gbKy8afQCLvCWca-IQ6tSH4eR5-otCnzQM60pKyS3nU0eqLJmfsbiUm93T-Vu71n_cgCUWKDEANG5GggLYgY8G_vwqEOR4QvB6UspAZEI143gK1OVm89792ClPavwG0oJx5s/s1600/Megascolia+maculata+flavifrons.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="286" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrL_kJsy6gbKy8afQCLvCWca-IQ6tSH4eR5-otCnzQM60pKyS3nU0eqLJmfsbiUm93T-Vu71n_cgCUWKDEANG5GggLYgY8G_vwqEOR4QvB6UspAZEI143gK1OVm89792ClPavwG0oJx5s/s400/Megascolia+maculata+flavifrons.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><em>Megascolia maculata flavifrons, </em>hembra; supera los 4 cm de longitud.</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Casi a mediodía, bajo un sol que hacía luminosas las sombras, las avispas solitarias erraban acechantes entre la hierba dorada y quebradiza. Una diminuta<em> <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2009/09/parasitoide.html" target="_blank">Tachytes</a> </em>rojinegra revoloteaba inquieta en busca de saltamontes. Algo más lejos se escuchaba el zumbido de una delgadísima <em>Prionyx </em>que excavaba en la galería de su nido subterráneo, tal vez deseosa de aprovisionarlo con una buena <a href="http://www.google.es/imgres?um=1&hl=es&sa=N&biw=1360&bih=673&tbm=isch&tbnid=hz3v1RHHT2E3TM:&imgrefurl=http://foto-natura-huesca-2.blogspot.com/2010/02/calliptamus-barbarus-costa-1836.html&docid=FpNUlqW9TdSrbM&imgurl=http://3.bp.blogspot.com/_VnNGN7rfSvU/S38DJDj56NI/AAAAAAAAGmY/RHrEnN8GQw4/s400/calliptamus.jpg&w=289&h=400&ei=WtYLUPyBHO6U0QX57sTgCg&zoom=1&iact=hc&vpx=357&vpy=95&dur=3484&hovh=264&hovw=191&tx=131&ty=143&sig=110733890028181187368&page=2&tbnh=167&tbnw=148&start=17&ndsp=24&ved=1t:429,r:7,s:17,i:150" target="_blank">langosta italiana</a>. A ras de suelo, las <a href="http://www.google.es/imgres?um=1&hl=es&biw=1360&bih=673&tbm=isch&tbnid=iFS3MGQN7Jy29M:&imgrefurl=http://photo.net/photodb/photo%3Fphoto_id%3D5020717&docid=QxqXDbcQ92KVZM&imgurl=http://gallery.photo.net/photo/5020717-md.jpg&w=680&h=482&ei=q9YLUPnkAcOb1AWl6NCCDA&zoom=1&iact=hc&vpx=842&vpy=156&dur=2600&hovh=189&hovw=267&tx=228&ty=81&sig=110733890028181187368&page=1&tbnh=146&tbnw=266&start=0&ndsp=17&ved=1t:429,r:3,s:0,i:78" target="_blank">hormigas de terciopelo</a> buscaban alguna galería de abeja en donde infiltrarse, mientras sus machos de alas oscuras libaban en las flores de una alfalfa ya medio seca. Y entonces toda mi atención de repente fue a parar a un zumbido casi monstruoso que se impuso al canto de las cigarras en las encinas, y apareció volando un insecto enorme, la mayor avispa de Europa: <em>Megascolia maculata flavifrons. </em>Con una envergadura más propia de un pequeño pájaro que de un insecto, <em>Megascolia </em>prospectó el erial y pronto se marchó rumbo a un olivar cercano. Pensé saber el motivo, y recordé la vieja historia que Fabre escribió, hace más de un siglo, acerca de este coloso de los insectos al que los ingleses llaman "avispa mamut".</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-sY9qWzN7zEhOpB1ruHzBryENpAuOhPpH5yYYMUHsLrPEIywq9obRzZYbzUZVZjO5yFNlCp3Gwm_pU1OP5lLDv4r2UiHE6mGclS_LITkRd1v2nRmAcWBxRbBSWYOE75klZHqR1gZxk2M/s1600/Escarabeido+-+larva.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="243" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-sY9qWzN7zEhOpB1ruHzBryENpAuOhPpH5yYYMUHsLrPEIywq9obRzZYbzUZVZjO5yFNlCp3Gwm_pU1OP5lLDv4r2UiHE6mGclS_LITkRd1v2nRmAcWBxRbBSWYOE75klZHqR1gZxk2M/s320/Escarabeido+-+larva.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Larva de escarabajo lamelicornio (familia <em>Scarabaeidae</em>).</td></tr>
</tbody></table>
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<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Por entonces Fabre la llamaba <em>Scolia,</em> como a otras avispas menores de su misma familia (<em>Scoliidae</em>). A lo largo de unos 50 años, el maestro de la Provenza pudo reunir suficientes observaciones sobre las <em>Scolia </em>como para reconstruir cómo vivían. Descubrió que las hembras excavan en la tierra suelta en busca de larvas de escarabajos, y que estas larvas eran invariablemente de lamelicornios, como la <a href="http://www.google.es/imgres?um=1&hl=es&biw=1360&bih=673&tbm=isch&tbnid=UacXUCpBqTvEjM:&imgrefurl=http://www.lafotogratis.com/Animales/Escarabajo-Cetonia-aurata.jpg/foto.html%3Fg2_imageViewsIndex%3D5&docid=dY9byE9qILlAlM&imgurl=http://www.lafotogratis.com/fotos/674-1/Escarabajo-Cetonia-aurata.jpg&w=1800&h=1500&ei=ItcLUI7gL-rR0QXx5rDDCg&zoom=1&iact=hc&vpx=927&vpy=183&dur=637&hovh=205&hovw=246&tx=152&ty=137&sig=110733890028181187368&page=1&tbnh=144&tbnw=187&start=0&ndsp=18&ved=1t:429,r:4,s:0,i:95" target="_blank">cetonia</a> (familia <em>Scarabaeidae</em>). En su mundo subterráneo, la avispa paraliza a la larva de un certero aguijonazo tóxico, para después depositar cuidadosamente un huevo sobre ella. Acto seguido se marcha abriéndose paso a través de la arena, en busca de otra larva. Y cada una de las larvas paralizadas servirá de alimento para una futura avispa excavadora, que emergerá del suelo en verano, manchándose de las pequeñas motas minerales que pusieron a Fabre en la sospecha de sus hábitos zapadores.</div>
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<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Siendo nuestra "avispa mamut" la mayor de las <em>Scolia </em>de Fabre,<em> </em>es lógico que su víctima haya de ser el mayor de nuestros escarabajos lamelicornios, y así lo confirmó Carlo Passerini, que en 1840-41 vio cómo las hembras de <em>Megascolia </em>se internaban en las arenas tras las enormes larvas del <a href="http://www.galerie-insecte.org/galerie/image/dos35/big/08026.jpg" target="_blank">escarabajo rinoceronte</a>. Este escarabajo, <em>Oryctes nasicornis, </em>es común en los olivares del Campo de Montiel, donde su larva se desarrolla entre la tierra mezclada con restos de madera y hojarasca al pie de tocones añosos de olivo. De modo que la <em>Megascolia </em>que observé aquel día parecía saber perfectamente adónde debía ir, como si la guiase a los olivares un sexto sentido que debe de ser en realidad un finísimo olfato, o el reconocimiento visual del hábitat de su presa, o ambas cosas, supersentidos que se desarrollan cuando la evolución ata unas especies al destino de otras. La gran avispa se ha liberado de tener que competir por las presas con otras avispas similares, ya que se dedica en exclusividad a una especie de escarabajo que las demás evitan, por lo que sabemos. Pero si ese escarabajo se extingue, cae también la "avispa mamut". Así, para bien o para mal, la mayor avispa de la cuenca mediterránea depende totalmente del mayor escarabajo.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="font-size: xx-small;"><em>Más sobre las avispas </em>Scolia <em>en los </em>Souvenirs Entomologiques <em>de Fabre, y en el Vol. 10 de </em>Faune de France <em>(Berland, 1925), que podéis descargar gratis del enlace que figura en la columna lateral del blog.</em></span></div>El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com15tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-35233436127238753682012-07-11T12:37:00.003+02:002012-07-11T16:01:49.276+02:00Collalbas y estrellas de mar<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQbabz6SfDkm45DLTsJTHShZ0QtZ3eYqqUjD2M8XbggBj5Vf6jwXfpNMYrscVqUJk87lNOgFab14idbVprnhQ1PgeCDwACsV3Q0tuOJA5GRqDkvAkjaVS3SNog9-Kb3JELgD_5DU6_e38/s1600/Collalba+rubia+macho.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="291" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQbabz6SfDkm45DLTsJTHShZ0QtZ3eYqqUjD2M8XbggBj5Vf6jwXfpNMYrscVqUJk87lNOgFab14idbVprnhQ1PgeCDwACsV3Q0tuOJA5GRqDkvAkjaVS3SNog9-Kb3JELgD_5DU6_e38/s400/Collalba+rubia+macho.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Un macho de collalba rubia <em>(Oenanthe hispanica</em>)<em>,</em> pájaro de campo abierto que cada año viene a criar desde África. Recuerdo que esta especie fue la primera que identifiqué utilizando mi primera guía de aves... y a partir de ahí empezó todo.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 16.0pt;">En junio de 1963, en una costa del Pacífico un poco
más al sur de Canadá, Robert T. Paine se preguntó qué pasaría si eliminásemos a
los depredadores en un ecosistema. Y se fijó en una
orilla rocosa repleta de mejillones, percebes, lapas y bellotas de mar, entre las que se
deslizaba el caracol carnívoro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Thais</i>.
Pero todos estos animales, incluso <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Thais,</i>
eran presa del mayor depredador del lugar, la estrella de mar <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="http://www.google.es/imgres?hl=es&sa=X&biw=1360&bih=673&tbm=isch&prmd=imvns&tbnid=pEPl_oTVm1RfPM:&imgrefurl=http://www.bily.com/pnwsc/web-content/Echinoderm%2520Identification%25202.html&docid=n10B0MTufMInoM&imgurl=http://www.bily.com/pnwsc/web-content/Photos/Echinoderms/Pisaster%252520ochraceus%252520(Brandt,%2525201835),%2525201.jpg&w=823&h=600&ei=Y1H9T63JNIWu8gOticGgBw&zoom=1&iact=hc&vpx=191&vpy=316&dur=754&hovh=192&hovw=263&tx=176&ty=133&sig=104168291824554501255&page=1&tbnh=145&tbnw=208&start=0&ndsp=15&ved=1t:429,r:5,s:0,i:88" target="_blank">Pisaster ochraceus</a></i>. Nuestro naturalista
simplemente mantuvo a la estrella de mar fuera de una pequeña parcela de costa, y esperó unos meses.
Sin la estrella, empezaron a ocurrir cambios en la comunidad. Las
bellotas de mar, libres de su enemigo, se extendieron hasta que ocuparon la
mayoría del espacio disponible, hacia septiembre. Para el siguiente junio, los
mejillones y percebes, lentos pero seguros, estaban reemplazando a las bellotas
de mar, y las algas, antes frecuentes, escaseaban. Muchas otras especies se
vieron alteradas, con el resultado de que la comunidad pasó de tener unas 15 especies a sólo
8. ¡Y sólo por faltar la estrella de mar! Este depredador era clave para
mantener la diversidad de la costa, porque, al comerse a los competidores más
agresivos, permitía a los competidores más débiles mantenerse sobre el tablero
ecológico. Algo parecido a lo que hacía el conejo con las hierbas, como vimos
en <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2010/04/jardineria-involuntaria.html" target="_blank">este post</a>. Este efecto, llamado "predación clave" (<em>keystone predation</em>), hizo del <a href="https://www.cornellcollege.edu/geology/courses/Greenstein/Paleoecology/readings/Paine1966.pdf" target="_blank">artículo</a> en el que Paine lo describió todo un clásico de la historia de la ecología.</span><br />
<br />
<span style="mso-bidi-font-size: 16.0pt;"></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxH188F-hwCJyo84CdWZXse41b7F4gxFjhARHqSeH04PO77TtUd3BZQUtEvj-EbQy9fIWRRNtbcxizlMBC2CXpZL15Z4O5_epOtF5mlLDt4ct5Kxa_GcvOV4X4CEs1R1pj_nlKwpylln8/s1600/Estrella+de+mar+y+presas.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxH188F-hwCJyo84CdWZXse41b7F4gxFjhARHqSeH04PO77TtUd3BZQUtEvj-EbQy9fIWRRNtbcxizlMBC2CXpZL15Z4O5_epOtF5mlLDt4ct5Kxa_GcvOV4X4CEs1R1pj_nlKwpylln8/s400/Estrella+de+mar+y+presas.png" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La red alimentaria de una costa rocosa de Norteamérica, en donde la estrella de mar ocupa el puesto de superpredador. Basado en el artículo de Paine (1966).</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="mso-bidi-font-size: 16.0pt;">En nuestro monte, la estrella de mar podría muy bien
ser el zorro, las culebras y los lagartos, todos los animales que, de vez en
cuando, depredan huevos o pollos de los nidos a ras de suelo. El papel de las
bellotas de mar, mejillones y percebes sería representado por <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2009/09/de-cogujadas-y-pequenas-diferencias.html" target="_blank">cogujadas</a>, calandrias,
collalbas y demás pajarillos que nidifican en el suelo, en campo abierto. <a href="http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1600-0587.1995.tb00145.x/abstract" target="_blank">Se ha demostrado</a> que los nidos de <a href="http://www.jstor.org/discover/10.2307/3676423?uid=3737952&uid=2&uid=4&sid=56301952873" target="_blank">estas aves</a> suelen ser depredados con mucha más
frecuencia que los de pájaros que nidifican en árboles o matorrales, lugares que por su
estructura protegen de muchos depredadores oportunistas. Así que cabe aplicar a las pequeñas aves de campo abierto nuestro ejemplo de la
estrella de mar, y entonces surge la idea de que la gran depredación que sufren podría en realidad ayudarles a coexistir más fácilmente, manteniendo su diversidad local más alta de lo que sería sin tanto enemigo. Los depredadores, al relajar la competencia entre especies, podrían también ser la causa de que estos pajarillos ocupen nichos ecológicos muy similares (generalmente, insectívoros-granívoros con un hábitat de campo abierto poco especializado). Quizás, por esa competencia relajada, la
selección natural no ha ejercido la misma presión sobre estas aves que sobre otras a la hora
de separar los nichos nítidamente. Desconozco si realmente ha sido así, pero no
deja de impresionarme el que, bajo la apariencia totalmente distinta de una
costa rocosa y de un monte mediterráneo, podamos encontrar unos mismos principios, y que éstos, pese a conocerse desde hace mucho, nos abran nuevas perspectivas para entender la biodiversidad.</span></div>El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-46587836530753650492012-06-23T15:37:00.002+02:002012-06-25T09:22:06.609+02:00Las armas invisibles de Arlequín<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEha4n8OqxhFflst3F1u_HuANeOwgik6UEYlQ2RY8gGw2j2xADEyHgd9_R1Yjvg57vU1fuVfmArY3Pn3cniw9aLHpgxPYTla0_Pxz0ZMQmA6w8p0OZGblAXfX8oZMtrAvp5CMrgVXcU4LOQ/s1600/Zerynthia+rumina.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEha4n8OqxhFflst3F1u_HuANeOwgik6UEYlQ2RY8gGw2j2xADEyHgd9_R1Yjvg57vU1fuVfmArY3Pn3cniw9aLHpgxPYTla0_Pxz0ZMQmA6w8p0OZGblAXfX8oZMtrAvp5CMrgVXcU4LOQ/s320/Zerynthia+rumina.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Arlequ%C3%ADn" target="_blank">Arlequín</a>, <em>Arlecchino,</em> llevaba un traje de rombos de colores en las comedias de improvisación de la Italia del Renacimiento, compartiendo escenario con Polichinela, Colombina, Pantalone... De este Arlequín de la <em><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Commedia_dell%E2%80%99Arte" target="_blank">Comedia dell'Arte</a> </em>viene el nombre de la más extraordinaria mariposa de nuestro ecosistema. <em><a href="http://www.magrama.gob.es/ministerio/pags/biblioteca/plagas/BSVP-17-04-465-476.pdf" target="_blank">Zerynthia rumina</a>, </em>el arlequín de los insectos ibéricos, habita exclusivamente en las tierras del oeste de la cuenca mediterránea, y en España hay varias subespecies, dos de ellas catalogadas como <a href="http://www.magrama.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies-amenazadas/Zerynthiarumina_tcm7-46115.pdf" target="_blank">en peligro de extinción</a> (subespecies <em>cantabricae </em>y <em>minima, </em>si bien la última es de <a href="http://www.biodiversidadvirtual.org/insectarium/Zerynthia-rumina-img131643.html" target="_blank">dudosa validez</a>). Pero en conjunto el arlequín no está amenazado en nuestro país; aun así, es la mariposa más rara y esquiva del monte al que dedico este blog. Solamente he visto dos arlequines en cuatro años, y ambos revoloteaban cerca de las aristoloquias, las únicas plantas que comen sus orugas, plantas venenosas y hasta letales para nosotros.</div>
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<br /></div>
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El peligro de las aristoloquias ya se conocía en la Grecia antigua, donde se sabía que provocan la menstruación y el dar a luz, de ahí su nombre, que significa "lo mejor para el parto". Como escribió el médico griego Dioscórides: <em>"La aristoloquia se llamó ansí por parecer que a las mujeres socorría en el parto [...] Bebida con pimienta y con mirra expele el menstruo, las pares y la criatura del vientre, y lo mismo hace metida en la natura de la mujer." </em>Hoy sabemos que las aristoloquias contienen un potente alcaloide, la <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Aristoloquina" target="_blank">aristoloquina</a>, o <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Aristolochic_acid" target="_blank">ácido aristolóquico</a>, que favorece la aparición de cánceres porque causa mutaciones en las células, y además es tóxico para el riñón, llegando a causar la muerte por fallo renal. Y esta sustancia es sólo uno de los muchos alcaloides que protegen a la planta de los animales herbívoros. Como muchas otras orugas de otras plantas, las de <em><a href="http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/0020179072900388" target="_blank">Zerynthia</a></em> acumulan en su cuerpo los alcaloides que continuamente ingieren con las hojas. Igual que la aristoloquia <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2012/06/flor-que-secuestra.html" target="_blank">secuestra polinizadores</a>, su parásito secuestra alcaloides. Tal vez la oruga sea insensible a estos venenos, o tal vez los almacene dentro de células especiales donde permanecen inactivos. El caso es que la oruga está repleta de alcaloides y por eso, a su vez, es venenosa. De este modo, las armas invisibles con que se defiende la aristoloquia pasan a proteger a una mariposa. Precisamente el color llamativo de <a href="http://www.flickr.com/photos/steven-cheshire/4616451651/" target="_blank">estas orugas</a> parece avisar a los pájaros de que no serán plato de gusto, al estilo de tantos otros insectos con colores de advertencia (aposemáticos). ¿Quién hubiera imaginado que esta historia increíble de flores secuestradoras y arlequines venenosos tenía lugar en la umbría secreta de las marañas de encina?</div>
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<span style="font-size: xx-small;"><em>Traducción de Dioscórides realizada por Andrés Laguna (1566).</em></span></div>El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-62728248626949693642012-06-02T00:00:00.000+02:002012-06-03T00:01:50.753+02:00Flor que secuestra<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwP6kuN1dqt1HuxuCVfMeYAnFjiBDfuw_n1zjSFyhAZVyzCROd0bja3FsyRD7kBj1v42C6q0RLq4iUvEL05oOK-nFEKMUWbA8RiQyoBflwaqms3_cl65Wh-9AJ8ql3HotVczlUMs1jFDA/s1600/Aristolochia+paucinervis.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwP6kuN1dqt1HuxuCVfMeYAnFjiBDfuw_n1zjSFyhAZVyzCROd0bja3FsyRD7kBj1v42C6q0RLq4iUvEL05oOK-nFEKMUWbA8RiQyoBflwaqms3_cl65Wh-9AJ8ql3HotVczlUMs1jFDA/s320/Aristolochia+paucinervis.jpg" width="229" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
A la umbría de las encinas, pasando entre un remolino de mariposas pardas y doradas que se refugiaban del sol de junio, me incliné para observar la aristoloquia. Sus hojas tiernas, en tallos como de enredadera, portaban como único atisbo de flor una extraña trompa verdosa, estriada, que abría su interior oscuro y velloso a través de una boca ojival. Estas bocas sirven a la aristoloquia como trampas que secuestran insectos. Porque desprenden un olor que las moscas identifican como de carne corrupta, y éstas buscan su origen y encuentran que emana de algo semejante a un orificio abierto en un cadáver. Así las moscas, engañadas, se internan por el tubo de la flor de aristoloquia. Cuando a su paso encuentran unos pelos rígidos, los franquean sin contemplaciones, afanosas por dar con el supuesto cadáver. Finalmente alcanzan el fondo de la flor, se desesperan y entonces intentan escapar, pero ahora esos pelos rígidos las retienen, pues son como puertas que sólo dan paso hacia abajo. Atrapadas, secuestradas por la aristoloquia, las moscas aguardan en la penumbra verdosa de la flor. Transcurren unas horas, un día, tal vez dos, y entonces su encierro se vuelve más extraño aún, porque un fino polvo dorado aparece de las paredes y las embadurna. La flor ha madurado su parte masculina y rocía de polen a sus cautivos. Y se marchitan los pelos que mantenían presas a las moscas, dejándolas por fin salir de la trampa. Salen cargadas de un polen que servirá para fecundar a otra aristoloquia, para lo cual alguna de las moscas ha de volver a caer en el engaño. De este modo logran perpetuarse las <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Aristolochia" target="_blank">aristoloquias</a> en general, unas plantas de afinidades tropicales con un solo representante en nuestro ecosistema: <em>Aristolochia paucinervis. </em>Pero además estas secuestradoras son extraordinarias por otros motivos, como veremos en la próxima entrada.</div>El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-87727431995721574062012-05-17T11:16:00.003+02:002012-05-17T13:02:36.073+02:00Cómo evitar el sexo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgb7MVrj3DbgkDTN2YN7f1UPUJgJ8HWtb1hrdhLNYfhb9HlOISAUOxMuspj-7t5HvLy8ztJQANuRun9KKk7QmdTPHK51NBTj5qI6UDydfQknfVb_CjF-eXSuyBxCeBRNGh-4rQaouTtsZg/s1600/Insecto+palo,+the+best.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgb7MVrj3DbgkDTN2YN7f1UPUJgJ8HWtb1hrdhLNYfhb9HlOISAUOxMuspj-7t5HvLy8ztJQANuRun9KKk7QmdTPHK51NBTj5qI6UDydfQknfVb_CjF-eXSuyBxCeBRNGh-4rQaouTtsZg/s400/Insecto+palo,+the+best.JPG" width="265" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
La vida está llena de complicaciones innecesarias, y el sexo es una de las mayores. Porque, si las bacterias y los esquejes nos demuestran que basta con un solo ser para originar a otro, ¿para qué complicar más la reproducción? Si nos pidieran que diseñáramos la vida, ¿quién de nosotros daría en algo tan extraño como la reproducción sexual, toda una <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A1quina_de_Rube_Goldberg" target="_blank">máquina de Goldberg</a> viviente repleta de pasos aparentemente caprichosos? Primero hay que dividir la especie en dos tipos de ejemplares (macho y hembra), luego cada tipo debe producir su propia versión de unas células especiales, que llevan la mitad de cromosomas que una célula normal; finalmente esas células deben unirse, así que hay que buscar algún modo de que ambos sexos las junten, cosa a menudo harto difícil tanto para los animales (cortejo, apareamiento…) como para las plantas (polinización). ¿Traen alguna ventaja todas estas extravagancias? Ya comentamos en <a href="http://naturalista12.blogspot.com.es/2011/03/clones-entre-la-hierba.html" target="_blank">otra entrada</a> que seguramente sí. Pero cualquier ventaja irá junto con un serio inconveniente: como la reproducción sexual es tan compleja, puede fallar en muchos pasos. Y los fallos a veces compensan incluso que el ser vivo abandone la reproducción sexual. Por ejemplo, para el insecto-palo de la imagen, <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="http://philippe.lelong.pagesperso-orange.fr/france/cg.htm" target="_blank">Clonopsis gallica</a></i>, el sexo supondría la extinción. ¿Cómo puede ser?</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
Los machos son muy escasos en la mayoría de las especies de insecto-palo, pero en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Clonopsis gallica </i>ni si quiera se conocen, por lo que he podido averiguar. Todos los ejemplares que se han observado de este insecto-palo son hembras, y se reproducen simplemente poniendo huevos de los que nacen más hembras. No necesitan aparearse, de modo que por cada <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Clonopsis</i> ha habido un nacimiento virginal (partenogénesis) en el ecosistema. ¿Qué ocurriría si hubiera machos y las hembras se aparearan con ellos? No funcionaría, y la clave está en los cromosomas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Clonopsis. </i>Para entenderlo, repasemos algo de genética: nosotros tenemos los cromosomas organizados por pares, ya que hay dos versiones de cada cromosoma, una heredada del padre y otra de la madre. Cuando formamos células sexuales (óvulos o espermatozoides), cada cromosoma de cada par se separa del otro, yendo a parar a una célula distinta. Así se consiguen células con la mitad de cromosomas, adecuadas para unirse con otra célula sexual y así restablecer el número correcto de cromosomas. Ocurre del mismo modo en la mayoría de animales y plantas, pero nuestro <em>Clonopsis </em>parece ser una excepción. Hay evidencias de que tiene no dos, sino <a href="http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1439-0469.2008.00489.x/abstract;jsessionid=E82A99B24524CF3827DEC196EC96AA51.d02t03?userIsAuthenticated=false&deniedAccessCustomisedMessage=" target="_blank">tres versiones</a> de cada cromosoma (es un triploide, y no un diploide como nosotros). Con los cromosomas organizados en tríos, y no en parejas, las células sexuales no pueden recibir justo la mitad de cromosomas, unas recibirán dos y otras una versión de cada cromosoma. El resultado será que la inmensa mayoría de las células sexuales no serán viables, por estar genéticamente desequilibradas en algunos cromosomas. Así que, en la práctica, estos insectos no podrán tener descendencia fértil si se reproducen sexualmente. Por eso, si las hembras vírgenes no fueran capaces de poner huevos fértiles, la especie se extinguiría. ¿Y por qué tienen estos insectos tres versiones de cada cromosoma? Parece ser que la causa radica en el propio <a href="http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1439-0469.2008.00489.x/abstract;jsessionid=E82A99B24524CF3827DEC196EC96AA51.d02t03?userIsAuthenticated=false&deniedAccessCustomisedMessage=" target="_blank">origen de esta especie</a>. Al igual que muchas plantas, este insecto no se ha originado por la vía habitual de la evolución, que es a partir de una sola especie. Los estudios genéticos apuntan a que surgió como un <a href="http://www.nrcresearchpress.com/doi/abs/10.1139/z90-256" target="_blank">híbrido</a> de tres especies nada menos. Así surgió un triploide, un ser que sólo se perpetúa mediante nacimiento virginal, por las extrañas reglas del sexo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 16.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><span style="font-size: xx-small;">Los insectos-palo (Fásmidos) constituyen uno de los grupos de insectos típicamente tropicales que en Europa sólo se encuentran en la zona mediterránea. Son fitófagos, nocturnos y extraordinariamente miméticos entre la hierba y los arbustos. Las áreas triangulares en el extremo distal de las tibias intermedias y posteriores, unidas a las antenas cortas, indican que la especie de nuestro ecosistema es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Clonopsis gallica </i>(Charpentier, 1825)<i style="mso-bidi-font-style: normal;">. </i></span></span></div>El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8914557977936669682.post-31906108770455059862012-05-06T18:01:00.002+02:002012-05-17T13:02:09.633+02:00La novia está hambrienta<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1shwJa_sjdFVYKEcurGlKZCj4suGIG0zZ0LvG4i4avKumw-Q68OsJj7PMQwh2uDkmBHIEY993v7WvR20ssa7A-ru8a8NEc4qEILPg8FOtnKOwSzcYmQGZKF4gB3lF772jiMYa6oVPHB8/s1600/Empis+apare%C3%A1ndose.JPG" imageanchor="1"><img border="0" height="261" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1shwJa_sjdFVYKEcurGlKZCj4suGIG0zZ0LvG4i4avKumw-Q68OsJj7PMQwh2uDkmBHIEY993v7WvR20ssa7A-ru8a8NEc4qEILPg8FOtnKOwSzcYmQGZKF4gB3lF772jiMYa6oVPHB8/s400/Empis+apare%C3%A1ndose.JPG" width="400" /></a></div>
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Diezmadas tal vez por el seco inicio de esta primavera, muchas flores faltan este mayo a su cita con el sol en el pasillo de las <a href="http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&frm=1&source=web&cd=1&ved=0CHgQFjAA&url=http%3A%2F%2Fnaturalista12.blogspot.com%2F2011%2F04%2Flas-flores-mentirosas.html&ei=KpymT7rBJYTn-gan3NDOBA&usg=AFQjCNGf2xcAWKsMqnYVh2iXZIUCXGdk-Q&sig2=GHjHph-VclXZDfxUGlY3zQ" target="_blank">orquídeas-abeja</a>. Sólo se han abierto las flores más abundantes por todo el pasto: los ranúnculos, los senecios, algunas pajaritas, y algún nazareno. Parece que estas flores soportan mejor las malas primaveras, ¿quizá por eso abundan tanto en cualquier año? Mientras pensaba esto, vi cruzar una pequeña mancha negra volando de un romero a otro. Al observarla con los prismáticos, la mancha resultó ser tres insectos juntos: el de abajo no se movía, pero en él hurgaba el de en medio con una larga probóscide, como un pico, y el de arriba sujetaba a ambos y a la vez estaba colgado de una hoja de romero, al estilo de un gibón. Aquí podéis ver en acción al extraño tándem, grabado en vídeo réflex - merece la pena verlo en alta definición, para ello pulsar en el título, seleccionar en Youtube calidad de 1080p, y ponerlo en pantalla completa.</div>
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/-ZivIqS8Clw?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
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En este trío, el insecto de abajo está muerto y los dos de arriba se están apareando. Son una pareja de lo que yo llamo “moscas-daga”, traduciendo así uno de sus nombres en inglés, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">dagger flies </i>(familia <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Empididae" target="_blank">Empídidos</a>). Las moscas-daga son voraces cazadores de otras moscas, a menudo incluso de su mismo tamaño; las capturan y succionan sus fluidos mediante ese enorme “pico” como una fina daga. Su instinto cazador es tan fuerte que el macho que se acerca a una hembra para aparearse podría terminar siendo capturado y absorbido sin piedad. ¿La solución? Un regalo que aplaca. El macho captura una presa, la entrega a la hembra, y mientras ésta la devora tiene tiempo de aparearse sin peligro. Normalmente la presa que elige el macho es una de las moscas más comunes en esta época del año, la <a href="http://www.nhm.ac.uk/nature-online/species-of-the-day/scientific-advances/industry/bibio-marci/index.html" target="_blank">mosca de San Marcos</a> (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bibio marci</i>), que aparece a centenares hacia el día que le da nombre. Los machos de la mosca de San Marcos, cuyos ojos inmensos ocupan prácticamente toda la cabeza, se congregan formando enjambres que revolotean junto a las encinas, como bailando, subiendo y bajando, demostrando sus dotes aéreas hasta que aparece una hembra y se lanzan tras ella en cuanto la detectan con sus descomunales ojos. Estos machos bailadores parecen muy distraídos danzando en el aire, así que no es de extrañar que sean presa común de los machos de moscas-daga. De este modo, la reproducción sexual pone en peligro de maneras distintas a los machos de ambas especies de moscas, y una termina salvando a la otra a costa de su vida.</div>El Naturalistahttp://www.blogger.com/profile/14828714604928996897noreply@blogger.com4